Hemos acompañado con mucha expectativa las posesiones de las nuevas autoridades tanto departamentales como locales y lo decimos porque estábamos hasta la coronilla de la corrupción, ineficiencia e incompetencia con que habíamos venido siendo gobernados en los últimos períodos electorales y porque los nuevos gobernantes se perfilan como capaces de resolver los males que nos aquejan.

Se supone y esperamos que esas viejas épocas hayan quedado superadas, que los nuevos mandatarios tengan no solo la capacidad de entender los problemas sociales que nos abruman, sino también el coraje, el valor civil y los pantalones para enfrentarlos con la determinación que las situaciones requieren.

Siempre hemos creído que la principal debilidad de los gobiernos regionales han sido la corrupción y la falta de carácter, no solamente de los jefes, sino de todos aquellos que deben tomar decisiones de política gubernamental, quienes con el fin de no tener problemas prefieren capotear la situación de la mejor manera posible en lugar de tomar el toro por los cuernos y resolver los problemas que nos agobian.

Por ejemplo: cuál ha sido la razón por la cual el problema del tráfico automotor no lo resuelven instalando cámaras que detecten a los infractores de las normas y les apliquen los correctivos correspondientes, habida cuenta que nosotros no aprendemos por las buenas y toca enseñarnos a las malas así no nos guste, pues esa es otra característica de nuestra idiosincrasia, que detestamos la disciplina social, razón por la cual hacemos siempre lo que nos pega la regalada gana porque como no nos pasa nada para qué cumplir las normas y eso ya es una costumbre inveterada.

Eduquemos primero, -zanahoria- digámosles a las gentes cómo se deben comportar socialmente y prevengámoslas sobre las consecuencias de no cumplir las directrices y luego si, -garrote- corrijámoslos a punta de sanciones pecuniarias que es lo único que parece nos hace reaccionar. La pregunta es: ¿Serán capaces? y, la respuesta es: ese es el anhelo que todos tenemos; por lo tanto, ahora falta esperar expectantes a ver cómo los prohombres elegidos sean eso y no politiqueros baratos de aquellos a quienes solo les interesan los contratos y punto.

De nuestra parte, deben saber que cuentan totalmente con nuestro apoyo y anhelamos que los deseos se nos cumplan para bien absolutamente de todos.

QOSHE - Opinion Expectativas para 2024 - Eduardo Pilonieta Pinilla
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Opinion Expectativas para 2024

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12.01.2024

Hemos acompañado con mucha expectativa las posesiones de las nuevas autoridades tanto departamentales como locales y lo decimos porque estábamos hasta la coronilla de la corrupción, ineficiencia e incompetencia con que habíamos venido siendo gobernados en los últimos períodos electorales y porque los nuevos gobernantes se perfilan como capaces de resolver los males que nos aquejan.

Se supone y esperamos que esas viejas épocas hayan quedado superadas, que los nuevos mandatarios tengan no solo la capacidad de entender los problemas sociales que nos abruman, sino también el coraje, el........

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