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Dirigir para ganar, no para evitar perder

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09.12.2025

Según el economista estadounidense Joel Mokyr –que este 10 de diciembre recibirá en Estocolmo el premio Nobel de Economía–, entre las diferentes escuelas de pensamiento económico, la schumpeteriana es la que genera en mayor medida el crecimiento económico deseado.

Para el economista austríaco Joseph Alois Schumpeter (1883-1950), el empresario tiene un papel primordial en la innovación que, a su vez, es determinante para el aumento o la disminución de la prosperidad. La expresión más representativa de su pensamiento económico es la de destrucción creativa; la innovación implica destrucción porque su objetivo, más que mejorar, es ser diferentes.

A diferencia de otros economistas, que argumentan que el progreso tecnológico es “inevitable”, Mokyr defiende el postulado de un progreso tecnológico deliberado, con gran inversión en ciencia y tecnología.

Retomando el papel que asigna Schumpeter a los empresarios como motores de la innovación, ¿cuál debería ser el perfil de los líderes que produzcan el progreso tecnológico necesario para un crecimiento sostenido?

Hay diferencias entre la visión de un director general que cree que el crecimiento sostenido se logra a través del progreso tecnológico (donde siempre hay incertidumbre), y la de otro con un enfoque más bien financiero o de operaciones. Unos y otros siguen caminos diametralmente opuestos. El primero tendrá la vista puesta en el numerador de la ecuación y su objetivo será aumentar los ingresos (diferenciación). Los segundos, por su parte, ponen el foco en el........

© The Conversation