Una vez más el presidente Petro muestra su complacencia y cariño por las dictaduras extranjeras. Este compañerismo con el autócrata y violador de derechos humanos Nicolás Maduro, llegó a su límite la semana pasada. Esto se debe a que el primer mandatario cometió el terrible error de querer formar un vínculo societario entre la empresa colombiana Ecopetrol con la compañía de origen venezolana PDVSA, para la explotación y exportación de hidrocarburos. Esta posible alianza mortal entre los dos gobiernos, presenta varios matices, por un lado, la jugada de Petro para unir a la izquierda latinoamericana, representa un gesto de mal gusto, revelando así los verdaderos colores del presidente y por otra parte, esta política se podría describir como un suicidio económico para la empresa colombiana, que aun se encuentra en crisis, por los desmanes realizados por el gobierno nacional.

En términos económicos la alianza con PDVSA, no beneficiaría al desarrollo empresarial colombiano, debido a la crisis financiera en la que se encuentra el país vecino. Actualmente la producción de petróleo de Venezuela no llega ni al millón de barriles por día, por lo que al hacer una comparación con años anteriores, esta cifran no cubre ni un cuarto de la producción anterior. En 2014, el rendimiento era de 2,7 millones de barriles al día, hace 23 años, Venezuela producía 3,2 millones de barriles diarios. Estos datos implican que la industria de hidrocarburos venezolana se encuentra en una decadencia sin precedentes, por lo cual, no tiene sentido impulsar esta política, con un país que ha perdido la capacidad de producción del petróleo. De esta forma, puede verse que PDVSA quiere salir de esta crisis de productividad a través un apalancamiento financiero y técnico a costa del bienestar de Ecopetrol.

Otra crítica que se le puede hacer a esta propuesta, trata sobre la naturaleza y escándalos de PDVSA. En primer lugar, la compañía de origen estatal tuvo un fuerte escándalo debido a la implicación de sus ex directores en un caso de narcotráfico y el arresto de 44 oficiales de alto rango de PDVSA el pasado 5 de abril. Por otra parte, es importante resaltar que esta compañía, recientemente salió de la lista Clinton y se levantaron las restricciones impuestas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, en ese sentido Ecopetrol estaría inmersa en una sociedad con una empresa sin capacidad de producción, con altos índices de corrupción y con antecedentes de sanciones por parte la comunidad internacional. Ahora bien, si Colombia desea asociarse con algún estado latinoamericano para la explotación de petróleo, debería ser Guyana, un país que recientemente ha incrementado su PIB per cápita nueve veces y que tiene el potencial de convertirse en el mayor exportador de petróleo de Latinoamérica.

En términos de política pública, esta posible alianza no es conveniente para los intereses de Colombia. Recordemos que el espíritu de la política pública se basa en solucionar las necesidades colectivas de las mayorías, asimismo las gestiones administrativas deben estar ligadas al principio constitucional de la economía, el cual plantea que todas las políticas de estado deben poseer una gran cobertura y calidad, al menor precio posible. Sin embargo, en este caso particular, Gustavo Petro aprovecha su dignidad y poder como presidente, para controvertir la política pública y gestionarla a favor de sus intereses personales y ayudar a su amigo venezolano.

Por otra parte, el hecho de que el jefe de estado de un gobierno democrático, respete a un personaje tan vil y maquiavélico como Nicolás Maduro, puede afectar negativamente a la imagen de nuestro país ante el mundo. Esto se debe a que diferentes países han calificado a este estado de autócrata y asesino. De esta manera una alianza económica con esta narcodictadura, podría brindar consecuencias a la ya demacrada imagen de Colombia que comenzó con el gobierno Petro. Ahora bien, recordemos que Nicolás Maduro, fue acusado a mediados de septiembre del 2020 por la ONU como un criminal y déspota, tras una investigación realizada, en la que se concluyó que desde el año 2014, los oficiales de seguridad venezolanos realizaron de manera sistemática, 5094 ejecuciones y miles de secuestros que terminaron en tortura física y psicológica, incurriendo en delitos de lesa humanidad. Adicionalmente el carácter criminal de su líder, al igual que su falta de experiencia y empatía para promover un gobierno digno, llevó al pueblo venezolano al éxodo por toda Latinoamérica.

Es así, que el posible negocio jurídico en el que incurran los dos mandatarios, no va a beneficiar en absoluto al pueblo colombiano, debido a la situación de crisis en la que se encuentra el país vecino. Por ese motivo, como colombiano y pagador de impuestos, siento una gran frustración de ver como las negociaciones internacionales colombianas, se tornen en escenarios de juego político personalista con criminales de índole internacional como Nicolás Maduro y aunque suene desgarrador, Colombia está por volverse socia de una dictadura.

QOSHE - El socio de la dictadura - Jorge Barón
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El socio de la dictadura

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23.11.2023

Una vez más el presidente Petro muestra su complacencia y cariño por las dictaduras extranjeras. Este compañerismo con el autócrata y violador de derechos humanos Nicolás Maduro, llegó a su límite la semana pasada. Esto se debe a que el primer mandatario cometió el terrible error de querer formar un vínculo societario entre la empresa colombiana Ecopetrol con la compañía de origen venezolana PDVSA, para la explotación y exportación de hidrocarburos. Esta posible alianza mortal entre los dos gobiernos, presenta varios matices, por un lado, la jugada de Petro para unir a la izquierda latinoamericana, representa un gesto de mal gusto, revelando así los verdaderos colores del presidente y por otra parte, esta política se podría describir como un suicidio económico para la empresa colombiana, que aun se encuentra en crisis, por los desmanes realizados por el gobierno nacional.

En términos económicos la alianza con PDVSA, no beneficiaría al desarrollo empresarial colombiano, debido a la crisis financiera en la que se encuentra el país vecino. Actualmente la producción de petróleo de Venezuela no llega ni al millón de barriles por día, por lo que al hacer una comparación con años anteriores, esta cifran no cubre ni un cuarto de la producción anterior. En 2014, el........

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