Tras ya muchos años por los atajos
de la Abogacía, vuelvo al camino
que me lleva de nuevo a mi destino:
merecido premio por mis legajos,
*
o castigo por tantos altibajos
de una vida, toda sin son ni tino;
en la Política no hay más sino
que el triunfo de los instintos más bajos,
*
o de todo lo humano y divino
el más rotundo fracaso … A fajos
los billetes, -en lo que yo nunca atino-,
*
pan con harina candeal, o vino
amargo … Ya de mí, sólo cascajos,
puesto que estoy … ¡hecho un pergamino!
II
Pero aún no lo dejo:
contrito de mis pecados,
presentes como pasados,
que, aunque estoy siendo viejo,
quiera o no, nunca olvidados,
de lo mal hecho el recuerdo;
mientras uno sigue cuerdo,
cuando más borrarlo intente,
debe tener muy presente,
que cada vez es más lerdo;
*
de cuanto he hecho o he dicho,
en Política metido,
pido perdón y clemencia;
por haber sido un mal bicho,
ahora tiene sentido
el que haga penitencia:
y de cuando he estado sucio,
será el silencio la escoba:
¡mejor de establo ser rucio, …
¡que tenaz chiche de alcoba!.
III
Al Sánchez no hay quien le quiebre
La moral, en tanto luche,
A sus palomas el buche
Y a sus mulas el pesebre,
Por atiborrarlos más,
Hasta el punto que jamás
Ha habido nadie tan terco,
Que oliendo tanto a puerco,
No haya dado un paso atrás;
*
Él se cubre con el plástico,
Por el que todo escurre,
Y si la gente se aburre,
Él se autonombra árbitro,
Que dirime cuanto ocurre,
Respecto a cualquier cuestión,
Y cuando no es la solución,
Que el récord que sea bate,
Cualquiera que sea el debate,
Su otro yo Pérez Castejón,
*
Asciende pronto a ¡Sargento! …
Y haya o no ocasión,
Le suena a la Oposición,
Por enésima vez a cuento
Manido, y. sin contrición,
Ni pena en el corazón,
Levantarse del asiento,
Para ya su monumento
A la verdad, un empujón
*
Darle ya, sin detrimento
De su total extinción,
Con el ya fijo “¡memento
Homo!”, llegado el momento
Del polvo al Pérez Castejón …
*
Hecho ya solo a su Pedro
Sánchez, que va desde El Cedro
Del Líbano hasta el Credo
Cristiano, ya sin arredro,
Le imputan ser “El Poliedro
De la Mentira” … “¡pues medro!”.