¿Cuando el destino nos alcance o más bien «os» alcance…? No. No estamos ni en la Nueva York del año 2022 ni en la futurista y distópica película de Richard Fleischer de 1973 ni tampoco, por suerte y de momento, nos vemos abocados a alimentarnos con las sintéticas barritas del maravilloso y nutritivo «Soylent Green».

Tampoco estamos en la Ciudad de Nueva York (NYC) del 2024– a la que, hoy día, son muchos los que por influencia de la saga de Batman usan el nombre de «Gotham City» para referirse a ella de noche, donde, tal vez, no nos sorprendería, nada en absoluto, ver aparecer a un justiciero y enmascarado murcielago humano saltando entre los rascacielos de la Gran Manzana…

(…) » La población de Nueva York –en la película del director y productor estadounidense– ya había alcanzado una cifra que superaba los 40 millones de habitantes. La comida estaba racionada y los neoyorquinos tenían que nutrirse de una materia conocida como «Soylent Green» (el título original de la película) –un producto sintético derivado de soja y algas marinas (plancton) segun se recogía en la publicidad de «Soylent»– la empresa que lo fabricaba en forma de barritas sintéticas con las que las autoridades evitaban que la población muriera de hambre…»
(…) «Lo que no sabían los habitantes de la NYC era que el supuesto y verdadero origen del «Soylent Green» procedía de los cadáveres humanos que la factoría «Soylent» procesaba para fabricar las barritas sintéticas distribuidas por el Gobierno a toda la población que –hacinada en calles y en viejos edificios– malvivia con garrafas de agua racionadas y las «estatales» barritas sintéticas. Esa era la única fuente de alimentación, pues la comida fresca era un lujo y privilegio reservado solo para los sectores dominantes y los miembros del gobierno.Los gobernantes eran la casta privilegiada, la elite que ejercía el control político y económico sobre el resto y tenía libre acceso a ciertos lujos y libres del férreo racionamiento, como las verduras frescas, la carne, el pescado y el agua corriente…».
En esta filmográfica ficción futurista que sucede en el año 2022, la sobreindustrialización y superpoblación humana han llevado al planeta a un punto de no retorno y a una grave crisis alimentaria globalizada. Durante este año 2024 y siguientes, la situación general de España se va a parecer cada vez más y muy peligrosamente a la ficción cinematográfica de Fleischer gracias a esa «casta privilegiada» que conforma el «progresista» y «feminista» Gobierno de España presidido por Pedro Sánchez el mayor autarca de la historia política y democrática de España desde la Constitución del 78.

No solo nos referimos –como en en la película citada– a la super población e industrialización de la sociedad española, sino a la cada vez mayor dificultad de la población para acceder a los alimentos básicos y de primera necesidad, consecuencia directa del elevado precio de los mismos junto con el de la luz, del gas y del resto de materias y combustibles.

En este nuevo año –coincidente con el inicio del nuevo Gobierno de Peter Sánchez & Yoli Diiaz–en España, la tasa de paro juvenil es la mayor de la UE y la más alta de toda la OCDE, el salario medio que perciben los jóvenes es un 35% inferior a la media española y que la temporalidad que sufren es el doble de alta. La edad media a la que nuestros jóvenes abandonan el nido de mamá y papá está ya en los treinta años –tres años y medio más que el de la media europea— porque aquí solo tienen acceso a un empleo mal pagado, inseguro y, a lo sumo, fijo-discontinuo, porque el número de los que viven con sus padres ha subido un 10,6 % más desde 2008, porque a ellos les va muchísimo peor que a la generación de sus padres, e incluso, que a la de sus abuelos pensionistas. Estos, son unos auténticos potentados a su lado.

Los «desgraciadamente» nacidos en las famélicas y autárquicas décadas franquistas de los 50 solían alcanzar el sueldo medio del país a los 27 años, mientras que los que vienen disfrutando del progresista y «wondeful» paraíso sanchista lo logran –¡ojo al dato!– a los 34 años, y eso como muy pronto.
En resumen, pensándolo un poquito mejor, tal vez –la comunista Yoli, el progresista Peter, y los separatistas, nacionalistas y golpistas de Bildu con Rufian, Junqueras, Puigdemont y el resto de conmilitones a la cabeza– os estén tomando el pelo.
Tal vez resulte que, al final, la repetitiva «polarización asimétrica» y el encantador modelo político y económico sanchista de perseguir a los empresarios y pretender multarles por llevarse sus empresas fuera de España a paises que les garanticen una «seguridad jurídica» y estabilidad económica, intentar trabajar lo menos posible, construir muros políticos y fronteras internas para dividir de nuevo.a los españoles en «azules» y «rojos», de «derechas» e «izquierdas» y, condenar el esfuerzo educativo en lugar de fomentarlo y de estimularlo — ya, casi un cuarto de los alumnos de ESO pasan de curso con varios suspensos– os está malogrando vuestro ya incierto desarrollo profesional y convirtiendolo en un oscuro e inalcanzable futuro sin la más mínima esperanza.

Posiblemente le toque a vuestra generación «mileurista» apechar con el gran agujero creado en el erario público por las liberales y progresistas políticas del presi Sanchez y sus coaligados muchachos del Gobierno. De persistir –en estos derroteros– con toda cereza os vais a encontrar con pensiones de chichinabo y acudiendo al «tajo» hasta los 75 años…¡ y que ahí pare todo!
Hasta entonces os van a estar dando la murga y martilleandoos –un día si y el otro también– con una futurible y fantasmagórica «emergencia climática» y, con la «Agenda 2030» para el Desarrollo Sostenible –«un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad–cuya intención es fortalecer la paz y el acceso a la justicia universal…» Aunque lo parezca, no estamos en el hippiero y famoso Festival de Música y Arte de «Woodstock de 1966, sino que seguimos en la España del 2024.

Mientras tanto, os sermonean mántricamente con cicateras soflamas contra una terrible y espeluznante derecha «pepera» y «voxista» que, hasta se permite el lujo de promocionar una insólita y magnicida «piñata» navideña con la «pinochesca» figura del presidente Sánchez a las mismísimas puertas de la sede socialista de Ferraz, por aquello de la repetitiva y supermanida «polarización asimetrica»…

Mientras tanto y, sin apenas daros cuenta, estáis siendo sutilmente «adoctrinados» desde vuestra más tierna infancia en las benevolencias de la contra cultura de la muerte –a través del aborto y la eutanasia– el victivismo, la desesperanza y la total ausencia de las mínimas normas éticas, legales e incluso religiosas …Mientras, tratan de confundiros con un intencionado y encriptado lenguaje inclusivo sobre vuestra sexualidad y genero biológico…Mientras, proyectan maquiavélicamente lavaros el cerebro con sus falaces teorías «progresistas» que no se las creen ni la madre que los parió…

Y mientras ocurre todo esto vuestras expectativas –de desarrollo personal, laboral, de formar una familia y de tener descendencia– se van esfumando de vuestro personal escenario en menos de lo que tarda en persignarse un cura loco y, vuestra salud mental y estado de animo se derrumba subrepticiamente bajo las plúmbeas nubes del desaliento…

Pero, ¡tranquilidad y buenos alimentos, que el Sanchismo tiene solución para todo! –y como no podía ser de otra manera, tal como nos tiene acostumbrados– ya está, «vía- decreto», promulgando que todo aquel que se sienta «quemado» y «deprimido» por falta de acceso y oportunidades para un perfecto desarrollo «integral» como persona, lo que realmente le ocurre es que tiene un «problema de salud mental». ¡ Lo sueltan tal cual y se quedan tan panchos…!

Yo siempre he creído que los los únicos que confundían «el culo con las temporas» eran la Yoli, sus ex socios de UP y algún que otro ministrillo y ministrilla (por aquello del lenguaje inclusivo) del Ejecutivo Sanchista, pero veo que no y, que son todos ellos los que persisten en el error, aunque no están todos lo que son.

A pesar de que de momento en ninguna gran superficie alimentaria ni en las cadenas de supermercados de España se han detectado — que se sepa– esas «barritas sintéticas» que pudieran parecerse a las de «Soylent Green», con las perspectivas económicas propuestas por el progresista gobierno de Sánchez –mantener el 5% de IVA en el precio del aceite y las pastas y el 10% en el de las carnes, del pescado y de las conservas– yo estaría «ojo avizor» en las próximas compras alimentarias en los distintos supermercados por aquello de «que el que avisa no es traidor» y de que Sánchez y su tropa os están engañando y estafando a «tutiplen».

Por tanto, o bien os quitáis el muermo de encima con vuestro voto a otro partido más liberal, más democrático, más justo y que no os mienta y así poder volver a reconstruir una nueva España, más fuerte,más unida y más cohesionada .
O vuestro futuro –de no ser así– será, sin lugar a dudas, mucho más insolidario, profundamente victimista y sometido para siempre al eterno chantaje de la mediocre, raquítica y pseudo paternalista subvención del sanchista Pedro I «El felón».

Pedro Manuel Hernández López, médico jubilado y Lcdo. en Periodísmo.

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«Soylent Green»( Hasta que el destino «os» alcance)»

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12.01.2024

¿Cuando el destino nos alcance o más bien «os» alcance…? No. No estamos ni en la Nueva York del año 2022 ni en la futurista y distópica película de Richard Fleischer de 1973 ni tampoco, por suerte y de momento, nos vemos abocados a alimentarnos con las sintéticas barritas del maravilloso y nutritivo «Soylent Green».

Tampoco estamos en la Ciudad de Nueva York (NYC) del 2024– a la que, hoy día, son muchos los que por influencia de la saga de Batman usan el nombre de «Gotham City» para referirse a ella de noche, donde, tal vez, no nos sorprendería, nada en absoluto, ver aparecer a un justiciero y enmascarado murcielago humano saltando entre los rascacielos de la Gran Manzana…

(…) » La población de Nueva York –en la película del director y productor estadounidense– ya había alcanzado una cifra que superaba los 40 millones de habitantes. La comida estaba racionada y los neoyorquinos tenían que nutrirse de una materia conocida como «Soylent Green» (el título original de la película) –un producto sintético derivado de soja y algas marinas (plancton) segun se recogía en la publicidad de «Soylent»– la empresa que lo fabricaba en forma de barritas sintéticas con las que las autoridades evitaban que la población muriera de hambre…»
(…) «Lo que no sabían los habitantes de la NYC era que el supuesto y verdadero origen del «Soylent Green» procedía de los cadáveres humanos que la factoría «Soylent» procesaba para fabricar las barritas sintéticas distribuidas por el Gobierno a toda la población que –hacinada en calles y en viejos edificios– malvivia con garrafas de agua racionadas y las «estatales» barritas sintéticas. Esa era la única fuente de alimentación, pues la comida fresca era un lujo y privilegio reservado solo para los sectores dominantes y los miembros del gobierno.Los gobernantes eran la casta privilegiada, la elite que ejercía el control político y económico sobre el resto y tenía libre acceso a ciertos lujos y libres del férreo racionamiento, como las verduras frescas, la carne, el pescado y el agua corriente…».
En esta filmográfica ficción futurista que sucede en el año 2022, la sobreindustrialización y superpoblación humana han llevado al planeta a un punto de no retorno y a una grave crisis alimentaria globalizada. Durante este año 2024 y siguientes, la situación general de España se va a........

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