Para ese viaje «a ninguna parte» no hacían falta tantas alforjas, ni burra y ni siquiera viaje . No me equivoqué en mi anterior artículo «Pero sigue siendo el rey»cuando escribí que todos –al igual que rezaba en la entrada del Infierno en la Divina Comedia del gran poeta florentino Dante Alighieri– «debían perder toda esperanza los que creían que el presidente Pedro Sanchez el lunes iba a renunciar a la presidencia del Gobierno». Eso es lo que nos hubiera gustado que hubiera hecho a una gran mayoría harta ya de tantas mentiras,felonías, injusticias, prevaricaciones y corruptelas a troche y moche perpetradas a lo largo y ancho de ese «muro politico» construido ex profeso para mantenernos divididos. Pero no, no nos ha caído esa breva a modo de esperanza e ilusión en el futuro muy próximo de una nueva España democrática, unida y libre bajo las siglas del Partido Popular y con su presidente Alberto Núñez Feijóo a la cabeza. Para ello hubiera hecho falta un milagro y, por desgracia, estos suelen ser muy difíciles y muy escasos, sobretodo en unos tiempos de tibia religiosidad y arraigado agnosticismo y que incluso corren «malos para la lírica».

Por eso transcurrido el plazo — reglamentario auto-concedido de cinco días, uno menos que en las grandes corridas de toros — para dedicarse, sin rubor en cuerpo y alma, a su privadisimo retiro espiritual político-amoroso no tengo la menor duda de que el próximo lunes aparecerá sin la careta victimista y desde su monclovita residencia se dirigirá –a la hora oficial previamente establecida y anunciada– al pueblo llano para comunicarle que no «ABDICA» porque el pueblo le ha demostrado con las múltiples manifestaciones de fervor y adhesión hacia su persona, a la de su mujer y a su política, que «si vale la pena seguir al frente de un país como España».

El pueblo nunca se equivoca, excepto cuando se trata de apoyar a un presidente felón, trilero y megalómano que está conduciendo a España a su ruina total y a su destrucción absoluta dividiéndola otra vez con su ideológico «muro» cainita en los dos clásicos y olvidados bandos: el de los «buenos» –su gobierno y esa amalgama de socios que lo sustentan y que está formada por comunistas, marxistas, separatistas, terroristas e independentistas– y por los «malos» de la película– los democráticos y constitucionalistas partidos de la oposicion a quienes tildan, con vengativo odio y desprecio, de ser la auténtica «fachosfera» la que ha puesto a funcionar la famosa «máquina del fango» político –de Umberto Eco– para enfangar al Gobierno de Sánchez y a todos los partidos «istas» de las extremas izquierdas que lo sustentan.

Este lunes –como así ha sido– una gran y reveladora fumata blanca desde Moncloa nos ha vuelto a anunciar y, un poco antes de la hora anunciada a los medios de comunicación, un solemne y magno:

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«Para ese viaje «a ninguna parte» no hacían falta tantas alforjas ni burra y ni siquiera viaje»

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07.05.2024

Para ese viaje «a ninguna parte» no hacían falta tantas alforjas, ni burra y ni siquiera viaje . No me equivoqué en mi anterior artículo «Pero sigue siendo el rey»cuando escribí que todos –al igual que rezaba en la entrada del Infierno en la Divina Comedia del gran poeta florentino Dante Alighieri– «debían perder toda esperanza los que creían que el presidente Pedro Sanchez el lunes iba a renunciar a la presidencia del Gobierno». Eso es lo que nos hubiera gustado que hubiera hecho a una gran mayoría harta ya de tantas mentiras,felonías, injusticias, prevaricaciones y corruptelas a troche y moche perpetradas a lo largo y ancho de ese «muro politico» construido ex profeso para mantenernos divididos. Pero........

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