Pendejo
Me pongo en el lugar de los feligreses de la diócesis de David, en la provincia panameña de Chiriquí, y yo también sufro con ellos. No todos los días ocurre que tu obispo y cardenal desaparezca de repente sin dejar rastro, como le ocurrió al purpurado pamplonés José Luis Lacunza el último día de enero. La voz de alarma que corrió por todo el país centroamericano no tardó en cruzar el Atlántico. El Vaticano se apresuró a mostrar su consternación, así como........
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