Un alma caritativa
A los 17 años yo tenía un novio, Antonio. Lo conocí a raíz de mi visita a un club del Opus Dei de la calle Tafalla donde supuestamente daban una charla de orientación para la carrera de Ciencias de la Información que yo estaba empeñado en cursar el año siguiente en la Universidad de Navarra. Alguien nos había dicho que asistir a este tipo de eventos ayudaba a superar el oscuro baremo con el que los seguidores de Escrivá cuidaban quién entraba y quién no en su chiringuito. Tomaron buena nota de mi nombre y teléfono. Antes de una semana........
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