Al final del día, cuando se desarrolla el ritual del tardeo y numerosos especímenes se acercan a los diferentes abrevaderos de la ciudad para saciar su sed tras una dura jornada de trabajo, no resulta difícil encontrar entre ellos a ciertas criaturas conocidas como las ofendiditas, u ofendiditos, permanentes. Se trata de seres que, con independencia de su género (el femenino delante del masculino solo indica la educación del que escribe, enfrente de un colegio de pago), se caracterizan por manifestarse ofendidos, e incluso agredidos, ante el menor intento de acercamiento de cualquier otro espécimen que haya bajado a la charca. En su grado máximo (por otro lado, tampoco nada excepcional), suelen observar una tendencia natural a liderar la ofensa colectiva del grupo con el que abrevan y al que, por otro lado, no han preguntado sobre sus sentimientos y apetencias ante la foránea aproximación. Grupo que quedará descolocado tras escuchar cómo espeta al advenedizo espécimen ? ¿no ves que estamos hablando? Normal, a las siete de la tarde, en un bar de copas, no se está jugando al ajedrez. No importa, para la ofendidita permanente lo fundamental es que su agenda no se vea modificada por la aparición de un tercero.

Dentro de la teoría de la dinámica de copas del profesor Shameless, esta figura se identifica con ciertos partidos políticos de escasa trascendencia parlamentaria. Incapaces de conseguir junteras con otros grupos, ya sea por incapacidad o condición propia, y con menos tela que cortar que el sastre de una tribu de pigmeos, optan por rechazar cualquier acercamiento al resto del arco parlamentario bajo la excusa de que a ellos nadie les dice qué tienen que hacer. Aunque lo que se les proponga sea tan razonable como dejar de llamar disminuidos a las personas que presentan cierta discapacidad. En el fondo, se trata de llamar la atención para salir en la foto. Llamar la atención sobre ellos aun a costa de negar la reivindicación de cientos de miles de persona que tan solo desean que se le trate con mayor respeto en la Carta Magna, que tan fervientemente dicen defender. Y si el cambio lo presenta el presidente de un Gobierno al que detestan, pues se joden, que, si ya lo están, no les importará estarlo un poco más o durante un poco de más tiempo. Lo importante es salir en la foto. Como el burrito de Shrek, siempre pegando saltos. Aunque esta es una criatura más entrañable.

QOSHE - La ofendidita permanente - Antonio Vargas Yáñez
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

La ofendidita permanente

9 1
21.01.2024

Al final del día, cuando se desarrolla el ritual del tardeo y numerosos especímenes se acercan a los diferentes abrevaderos de la ciudad para saciar su sed tras una dura jornada de trabajo, no resulta difícil encontrar entre ellos a ciertas criaturas conocidas como las ofendiditas, u ofendiditos, permanentes. Se trata de seres que, con independencia de su género (el femenino delante del masculino solo indica la educación del que escribe, enfrente de un colegio de pago), se caracterizan por manifestarse ofendidos, e incluso agredidos, ante el menor intento de acercamiento de cualquier otro........

© Málaga Hoy


Get it on Google Play