Es imposible, doña Rosita, que la noticia le haya provocado un soponcio. A usted, que sabe que quod natura non dat, Salmantica non praestat y leyó durante sus estudios de sociología la tesis doctoral Ineficacia en la gestión de los caudales públicos o principios de la economía del peregilismo. A alguien que, ya hace tiempo y tras pagar un potosí por un solar y no conseguir que le den por él más de treinta rupias esterlinas acuñadas en chapas de Coca-Cola, aprendió que el precio de las cosas no es el que les ponemos, sino aquel que al final nos pagan. A usted no le ha podido sorprender que el concurso para la elaboración del catálogo de edificios protegidos del centro de histórico de Málaga haya quedado más desierto que las llanuras del Gobi tras resolverse a favor del ayuntamiento el recurso del Colegio de Arquitectos que denunciaba sus bajos honorarios. Y el caso es que, después de que los representantes de la administración convencieran a su señoría de su viabilidad haciendo un alarde de los medios electrónicos y cibernéticos que se podían emplear, a la hora de la verdad, el adjudicatario no ha presentado ante el consistorio la ITV de camello con el que pretendía cruzarlo. Lo que ha provocado que el concurso se haya caído por su propio peso, que no era otro que el de los 1.400 edificios a estudiar. Por eso, coincidirá conmigo en que resulta extraño que, existiendo unos medios tecnológicos tan avanzados que permiten catalogar un edificio en menos tiempo del que tarda la administración en decirte que no te recibe sin cita previa, no haya sido posible preparar en seis años los papeles que se exigen para la firma del contrato. Más posible parece que el jefe del equipo haya hecho cuentas de que con el agua que había pedido no daba para llenar las jorobas del camello y, ante el riesgo de acabar más jorobado que sus rumiantes acompañantes, se ha sacudido el polvo, dejándolo caer sobre algún que otro ojiplático responsable municipal. Y vuelta a empezar, y ya van más de diez años sin que hayamos pasado de un avance inicial del Plan Especial de Protección y Reforma Interior y el bloqueo de los proyectos en la Delegación de Cultura. Que sabiendo que no da abasto para informarlos, solo se les ocurre decir que, si delegase las competencias, ya no habría retraso en sus oficinas. Lo que no está carente de una lógica palmaria, pero amenaza con aumentar el retraso en la Gerencia.

QOSHE - Lógica palmaria - Antonio Vargas Yáñez
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Lógica palmaria

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18.02.2024

Es imposible, doña Rosita, que la noticia le haya provocado un soponcio. A usted, que sabe que quod natura non dat, Salmantica non praestat y leyó durante sus estudios de sociología la tesis doctoral Ineficacia en la gestión de los caudales públicos o principios de la economía del peregilismo. A alguien que, ya hace tiempo y tras pagar un potosí por un solar y no conseguir que le den por él más de treinta rupias esterlinas acuñadas en chapas de Coca-Cola, aprendió que el precio de las cosas no es el que les ponemos, sino aquel que al final nos pagan. A usted no le ha podido sorprender que........

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