Los bolivianos hemos sido sorprendidos estos días con la noticia de que tres conciudadanos habrían iniciado esfuerzos para impedir que organismos internacionales otorguen ciertos créditos solicitados por el Gobierno nacional.

Casi todas las sociedades han castigado con particular severidad a los desertores, traidores, delatores, saboteadores, espías, etc, es decir, todos aquellos que se vuelven contra la patria a que pertenecen o dicen pertenecer.

En interpretación literal, sabotaje es lo que intentaron hacer los señores Dunn, MacLean y Bellot al cuestionar, según la noticia referida, “en una carta abierta, dirigida a los presidentes de la Corporación Andina de Fomento y de organismos multilaterales y bilaterales de financiamiento público, la predisposición de los organismos multinacionales de crédito de continuar concediendo préstamos a Bolivia en medio de una severa crisis económica” (BD, 7.3.2024).

La crisis es, sin duda, real y es válido discutir si el momento es apropiado para que el país contraiga nuevas deudas, pero esas son cuestiones que deben ser ventiladas internamente. No hay en el país impedimento alguno para hacerlo mediante artículos, conferencias de prensa, seminarios, manifestaciones públicas, incluso huelgas de hambre, etc. Vías de protesta y discusión sobran.

Pero, con la inteligencia que nos les falta, ellos han visto que la palabra en Bolivia, de tan maltratada, ha perdido mucho de su poder para cambiar rumbos; así que decidieron acudir a las manos, como se dice, e ir directamente a Washington y Caracas. Al hacerlo, se han atribuido, no sabemos de dónde, una representación nacional para sugerir a aquellos organismos internacionales que no otorguen más créditos a Bolivia.

Sin embargo, esta acción del referido trío tiene otra lectura interesante. Quizá ellos sienten que no están actuando contra el Gobierno boliviano y la voluntad popular expresada en las urnas, sino contra las fuerzas de ocupación del Ejército chapareño y ellos son como maquis de la Resistencia francesa dinamitando puentes. Sabemos que al menos uno de ellos aboga por el método TNT.

¿En qué momento, uno se pregunta, se les ha ocurrido a estos señores que esas entidades van a hacer o dejar de hacer préstamos a un país que es socio de la institución sólo porque “tres economistas” (así se refiere a ellos la noticia) se lo piden? ¡Imagínense si tres chiflados (o tres mil, da igual) piden que se dupliquen los montos de esos créditos!

No se trata, bien sabemos, de estudiantes universitarios que no saben cómo funcionan estos organismos. Así que podemos descartar la posibilidad de que hubieran creído realmente que sus esfuerzos iban a hacer mella. Es nomás, como se dice, todo un show. Esperemos que les cunda.

Queda el hecho para la historia del anecdotario nacional de despistes.

QOSHE - Tres mosqueteros bolivianos hacen noticia - Jorge Patiño Sarcinelli
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Tres mosqueteros bolivianos hacen noticia

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15.03.2024

Los bolivianos hemos sido sorprendidos estos días con la noticia de que tres conciudadanos habrían iniciado esfuerzos para impedir que organismos internacionales otorguen ciertos créditos solicitados por el Gobierno nacional.

Casi todas las sociedades han castigado con particular severidad a los desertores, traidores, delatores, saboteadores, espías, etc, es decir, todos aquellos que se vuelven contra la patria a que pertenecen o dicen pertenecer.

En interpretación literal, sabotaje es lo que intentaron hacer los señores Dunn, MacLean y Bellot al cuestionar, según la noticia referida, “en una carta abierta, dirigida a los presidentes de la Corporación Andina de Fomento y de organismos........

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