Reúna usted a dirigentes de Izquierda Unida, Ciudadanos, UPyD y algún socialista despistado… todos ellos pretéritos. La mayoría duchos en la puñalada trapera que pone punto final a la conspiración que desencadena la escisión. Ipso facto los escindidos afirmarán que su objetivo irrenunciable es la unión… de lo que acaban de romper. Propóngales fundar un partido político. ¿Qué puede salir mal? Para asegurar la operación, incluya en el lote algún trotskista, a ser posible de los que todavía están reconstruyendo la IV Internacional. "Éxito asegurado", que diría la señora fiscala. Esto es Izquierda Española en lo material. Su discurso: inconexo y contradictorio.

Preguntado por los objetivos del nuevo partido, la coherencia del fundador de Izquierda Española, el señor Guillermo del Valle, dura 74 segundos. Los que transcurren entre la afirmación de que ellos no vienen para colocar a tres o cuatro personas en las elecciones europeas y que lo suyo es un proyecto radicalmente distinto, que busca ocupar un espacio dentro de la izquierda amplia y ante las preguntas del entrevistador, el reconocimiento de lo contrario. Pero que "claro, la expectativa es entrar en el Parlamento Europeo, entrar por ahí y entrar con fuerza". 74 segundos, exactamente. Hace poco más de un año, en diciembre de 2022, ya lo había anticipado: "Ante el ciclo electoral que se aproxima, pienso que las elecciones europeas son las más idóneas".

El anuncio, precipitado y en unas fechas poco propicias, quizá haya tenido un propósito menos confesable: competir con La Tercera España, un partido socialdemócrata de centro izquierda que rechaza las concesiones a las fuerzas nacionalistas por parte del PSOE. Un proyecto impulsado por destacados intelectuales que, estos sí con luz y taquígrafos, registraron ante notario —el pasado 25 de septiembre— el nombre de sus impulsores. También pretenden concurrir a las elecciones europeas.

Jacobino, pero menos. "¿Cuál es su propuesta para el Estado de las Autonomías? ¿Recentralizar? ¿Recuperar transferencias?". "Nada de eso. Desde el punto de vista legislativo, desde el punto de vida normativo, es imprescindible que haya una sanidad y una educación que sea comunes, que sean igualitarias". Le preguntan si deben dejar de ser gestionadas por las Comunidades Autónomas. "Que sean comunes y que sean igualitarias. El marco legislativo tiene que ser marcado por el Gobierno central", repite el izquierdista español. Nada de recuperar competencias. Lo dicho, jacobino a la violeta.

Como ejemplo de su proyecto legislativo igualitario, el señor del Valle se pregunta si es lógico que los catálogos sanitarios no sean comunes. Por lo que parece, desconoce que lo empezaron a ser en 1995 [RD 63/95], año en el que se define un mínimo de prestaciones para el Sistema Nacional de Salud. Posteriormente, la Ley 16/2003 establece el catálogo de prestaciones comunes y desde 2006 [RD 1030/2006] existe una Cartera de servicios del SNS. ¿Sabe que las Comunidades Autónomas y las mutualidades de funcionarios pueden complementar estos servicios y que están obligadas a comunicarlo al Ministerio de Sanidad? ¿Es este el marco legislativo que demanda?

Es posible que, tratándose de un sistema igualitario, la propuesta de Izquierda Española sea acusar de dumping sanitario a la Comunidad de Madrid o cerrar el Hospital Zendal hasta que pueda construirse en todas las CC.AA. Para ellos, Ayuso y sus obras son lo peor de lo peor. Fíjense que la presidenta madrileña ya no es ‘trumpista’, ahora es ‘mileista’: a un paso de arder en el infierno.

En el pecado lleva la penitencia el jacobino, que no se escapa de la "recentralización".

"De modo que la recentralización, en el caso de España, ¿sería fortalecer a los débiles ante los vendavales financieros?", le preguntan. "La recentralización por sí misma no, pero sí en los términos de la socialdemocracia clásica. Es decir, ¿por qué no? No hablamos de la revolución bolchevique, sino de participación del Estado en sectores estratégicos". O sea, recentralización quiere decir nacionalización de empresas.

Para Izquierda Española la unidad de España y la recentralización tienen una base económica. Nada de las esencias de la patria y esas cosas. "Exacto. Me dan igual las esencias españolas", confirma su fundador. ¿Qué pensará el señor del Valle de estas palabras?: "Las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil han de estar en constante evolución, pero sin dejar de ser impecablemente respetuosas con las tradiciones y costumbres nacionales, asumiendo un papel fundamental en la preservación de la identidad histórica de España". Las pronunció Felipe VI en la reciente celebración de la Pascua Militar. Cuando al ministro de Educación del Gobierno Jacobino le presenten los planes de estudio igualitarios ¿cómo tratarán nuestra identidad histórica? Quizá empiecen los planes de estudio en la I República.

A ver si les suena: "¿Dónde está la causa de lo común?", se pregunta Guillermo del Valle. "Estamos defendiendo una forma de vivir que se base en lo común", afirmaba Pablo Iglesias. Entre el original y la copia… ninguno de los dos.

Nota: No, pese a la obsesión de algún colaborador de esta casa con ‘el foro’, Alberto Garzón no es madrileño. Es posible que su crítica a Izquierda Española no sea por el nombre, quizá sí porque uno de sus promotores es Ángel Pérez (fundador en 1984 del prosoviético Partido Comunista de los Pueblos de España, y secretario general del PCE de Madrid hasta 1993, cuando se hizo con el control de Izquierda Unida en la Comunidad). Así informaba el periódico del régimen de su elección: "La candidatura de Pérez consiguió 80 votos, frente a los 33 que obtuvo Rubén Cruz, cabeza visible del sector más ortodoxo del PCE madrileño. Ambos encabezaban hasta hace una semana el sector oficialista de IU. Sin embargo, su mayoría se ha desgajado después de que Pérez pactase con los renovadores de Nueva Izquierda; los mismos a quienes hace nueve meses ayudó a echar de la dirección de IU". Vamos, una perita en dulce. En febrero de 2015 Alberto Garzón lo expulsó de IU. ¿Se acuerdan ustedes de José Antonio Moral Santín, el comunista que era la mano derecha de Miguel Blesa en Caja Madrid? Pues eso.

Francisco Igea tampoco es madrileño.

¿Y Nicolás Redondo Terreros, que opina de esto?

QOSHE - Jacobinos de quita y pon - Pedro Gil Ruiz
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Jacobinos de quita y pon

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11.01.2024

Reúna usted a dirigentes de Izquierda Unida, Ciudadanos, UPyD y algún socialista despistado… todos ellos pretéritos. La mayoría duchos en la puñalada trapera que pone punto final a la conspiración que desencadena la escisión. Ipso facto los escindidos afirmarán que su objetivo irrenunciable es la unión… de lo que acaban de romper. Propóngales fundar un partido político. ¿Qué puede salir mal? Para asegurar la operación, incluya en el lote algún trotskista, a ser posible de los que todavía están reconstruyendo la IV Internacional. "Éxito asegurado", que diría la señora fiscala. Esto es Izquierda Española en lo material. Su discurso: inconexo y contradictorio.

Preguntado por los objetivos del nuevo partido, la coherencia del fundador de Izquierda Española, el señor Guillermo del Valle, dura 74 segundos. Los que transcurren entre la afirmación de que ellos no vienen para colocar a tres o cuatro personas en las elecciones europeas y que lo suyo es un proyecto radicalmente distinto, que busca ocupar un espacio dentro de la izquierda amplia y ante las preguntas del entrevistador, el reconocimiento de lo contrario. Pero que "claro, la expectativa es entrar en el Parlamento Europeo, entrar por ahí y entrar con fuerza". 74 segundos, exactamente. Hace poco más de un año, en diciembre de 2022, ya lo había anticipado: "Ante el ciclo electoral que se aproxima, pienso que las elecciones europeas son las más idóneas".

El anuncio, precipitado y en unas fechas poco propicias, quizá haya tenido un propósito menos confesable: competir con La Tercera........

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