Pedro Sánchez es un hombre roto por la rabia, desencajado, desesperado y a punto de explotar. Exigir la dimisión de una presidenta regional en una sesión de control del Gobierno en el Congreso de los Diputados es un hito. El presidente ha superado trances muy abruptos y presume de resistencia, pero Isabel Díaz Ayuso es superior a sus fuerzas. La presidenta de Madrid le irrita, le enoja, le altera y le desequilibra por completo. No la soporta, no puede con ella y le acaba de plantear un reto terminal. No pudo con su hermano y en la revancha que se ha dado a sí mismo va a por el novio con todo y con Hacienda, que es el brazo armado de la Moncloa, lo más parecido a una brigada de artistas de las artes marciales mixtas.

Visto lo de ayer en el Congreso parece claro que el mal llamado caso Koldo es mucho más grave que la típica tenida socialista en una barra americana. Pero la reacción de Sánchez es tan desproporcionada y tan a la desesperada que aspira a tapar incluso ese elefante en la habitación que es la amnistía para los golpistas y corruptos del independentismo catalán. Este jueves es el día de la infamia, cuando se vota en el Congreso de los Diputados la ley de amnistía. Salvo cataclismo, saldrá adelante en dirección al Senado, donde lo más que puede hacer la mayoría del PP es devolverla al Congreso con dos velas negras y con dos meses de retraso.

El adelanto electoral en Cataluña contribuye al ruido y a mitigar los efectos del escándalo que implica la amnistía, un caso de corrupción moral y política de mucho más calado que andar por ahí amenazando a alcaldes en nombre del Gobierno como Koldo García. El anticipo parece una maniobra de falsa bandera, esos 'comunes' de Colau simulando que tumban los presupuestos por culpa de un casino indio para tapar que a todos los amigos de la amnistía les convienen unas elecciones en Cataluña a mediados de mayo a modo de referéndum sobre la medida.

La política en España es ya una auténtica dimensión desconocida. El Gobierno se pasa la separación de poderes por debajo del arco del triunfo. El Estado de derecho es una pura entelequia. Hacienda es la nueva Gestapo y el país sigue en barrena, sometido a los designios de tipos como Puigdemont, Sánchez, Junqueras y Otegi. El calendario les favorece. Primero, elecciones en el País Vasco, donde pueden ganar los proetarras con apoyo de los prosánchez. Luego Cataluña, donde podría ganar Puigdemont gracias a Sánchez. Tras ambas catástrofes, las europeas. No tienen vergüenza. Tres elecciones en 49 días: 21 de abril, 12 de mayo y 9 de junio.

QOSHE - Un sindiós: Sánchez contra Ayuso y tres elecciones - Pablo Planas
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Un sindiós: Sánchez contra Ayuso y tres elecciones

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14.03.2024

Pedro Sánchez es un hombre roto por la rabia, desencajado, desesperado y a punto de explotar. Exigir la dimisión de una presidenta regional en una sesión de control del Gobierno en el Congreso de los Diputados es un hito. El presidente ha superado trances muy abruptos y presume de resistencia, pero Isabel Díaz Ayuso es superior a sus fuerzas. La presidenta de Madrid le irrita, le enoja, le altera y le desequilibra por completo. No la soporta, no puede con ella y le acaba de plantear un reto terminal. No pudo con su hermano y en la revancha que se ha dado a sí mismo va a por el novio con todo y con Hacienda, que es el brazo armado de la........

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