En el tramo final del año pasado, Pedro Sánchez cedió en todo ante Puigdemont, Otegui y Junqueras con tal de apalancarse en la Moncloa. En su sesión de investidura se felicitó por la "mayoría progresista", insultó a Isabel Díaz Ayuso y se carcajeó de Núñez Feijóo con una risa de Joker a juego, por cierto, con sus trajes de corte y colores demenciales. Después llamó "nazi" al democristiano alemán Manfred Weber en el Parlamento Europeo por mostrar ciertas reticencias sobre la legalidad de la amnistía. Entre medias insultó a los argentinos y a los italianos por votar a Milei y Meloni. Y también a los holandeses. Luego le declaró la guerra a Israel y a los Estados Unidos siendo felicitado por Hamás y los piratas del Mar Rojo. El presidente va lanzado, a toda pastilla por la nueva legislatura.

Con el acelerador apretado a fondo no es en absoluto descartable que tenga graves dificultades para trazar la primera curva del trayecto. El punto kilométrico problemático es el primer pleno del Congreso de este 2024 en el que seguimos para bingo. Miércoles 10 de enero en el Senado porque la Cámara Baja está de obras para satisfacer las exigencias técnicas del empleo de los idiomas regionales mientras el español está proscrito en la escuela catalana. En el orden del día, las enmiendas a la totalidad de la Ley Orgánica de amnistía y el debate sobre la convalidación o derogación de tres Reales Decretos-leyes sobre medidas anticrisis, desempleo y digitalización de la administración judicial.

En ese contexto, el amigo Puigdemont ha decidido que ha llegado la hora de demostrar quién manda en España, de modo que le ha hecho llegar a Sánchez que sus diputados van a tumbar los decretos porque en el relativo a la justicia han advertido un par de aspectos que podrían perjudicar la aplicación a rodillo de la amnistía y su caza de brujas contra togados, guardias y periodistas. El anuncio ha causado tanto impacto en el Gobierno que Félix Bolaños ha llegado a telefonear dos veces a Cuca Gamarra para reclamar el apoyo del PP. Tal cual. Pero es que no ha quedado ahí la cosa. Yolanda Díaz también se ha movilizado con Borja Sémper para que los populares acudan al rescate del Ejecutivo. Ha salido al paso hasta Santos Cerdán, el hombre que firmó por parte del PSOE el acuerdo de investidura con Junts a cambio de la amnistía, la persecución contra los jueces, la demolición del Poder Judicial y la separación de poderes, la condonación de la deuda autonómica, el pago de una ¿deuda histórica? de España con Cataluña, el traspaso de todos los impuestos y la autodeterminación, etcétera, etcétera.

Están en juego 10.000 millones de euros de la cuarta entrega de los fondos "Next Generation", la subida de las pensiones, los descuentos en el transporte público, el IVA de los alimentos, todo. "No se puede penalizar a los ciudadanos para castigar al Gobierno", le ha reprochado el negociador Cerdán en público al PP. Hay que tenerlos enormes, cuadrados y de plomo para culpar a la oposición de que el señor Puigdemont, prófugo de la Justicia, alias "El hombre del maletero", investigado por terrorismo, desórdenes públicos agravados a falta de sedición y malversación con lucro personal esté a punto de provocar un tremendo piñazo de Sánchez.

La única que mantiene el tipo en el Gobierno es María Jesús Montero, que apuesta por explorar la vena económica de Junts: "Estamos viendo si hay otras materias que les puedan resultar de interés". Todos a su alrededor han entrado en pánico. Pero más significativas aún son las declaraciones de Sémper, portavoz del PP, que ha desvelado que su partido solicitó al Gobierno deflactar el IRPF por debajo de 40.000 euros, rebajar el IVA de la carne y el pescado y mantener la rebaja fiscal de la luz y el gas a cambio salvar la cara del jefe de la mutación del golpe de Estado regional en golpe de Estado nacional. Eso es negociar, sí señor. O sea que en vez de pedir a cambio de los 136 diputados del PP el voto a favor de los 122 del PSOE a su enmienda a la totalidad de la amnistía, el principal partido de la oposición se conforma con reclamar el IVA de la carnaca. Estupendo.

Queda claro que la legislatura sigue su camino. Sánchez negociará con Puigdemont y sus 7 diputados en Madrid. Algo pasará y el asunto se reconducirá de un modo u otro. Podría ocurrir incluso que el PP auxilie al soldado Sánchez en el alarde de patriotismo pensionista que le exige el socialista navarro Santos Cerdán. ¿Pero cómo? ¿Ni siquiera se les ha ocurrido pedir a Sánchez que convoque elecciones si no es capaz de garantizar las pensiones? ¿Es que acaso se planteaban en serio votar con Bildu, ERC y el PNV la continuidad del Gobierno que ha rendido España al cabecilla del golpe de Estado de 2017 a cambio de rebajar un poco la luz? No puede ser. Eso supera las expectativas depositadas en cualquier pagafantas.

QOSHE - Sánchez, el PP y los pagafantas - Pablo Planas
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Sánchez, el PP y los pagafantas

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09.01.2024

En el tramo final del año pasado, Pedro Sánchez cedió en todo ante Puigdemont, Otegui y Junqueras con tal de apalancarse en la Moncloa. En su sesión de investidura se felicitó por la "mayoría progresista", insultó a Isabel Díaz Ayuso y se carcajeó de Núñez Feijóo con una risa de Joker a juego, por cierto, con sus trajes de corte y colores demenciales. Después llamó "nazi" al democristiano alemán Manfred Weber en el Parlamento Europeo por mostrar ciertas reticencias sobre la legalidad de la amnistía. Entre medias insultó a los argentinos y a los italianos por votar a Milei y Meloni. Y también a los holandeses. Luego le declaró la guerra a Israel y a los Estados Unidos siendo felicitado por Hamás y los piratas del Mar Rojo. El presidente va lanzado, a toda pastilla por la nueva legislatura.

Con el acelerador apretado a fondo no es en absoluto descartable que tenga graves dificultades para trazar la primera curva del trayecto. El punto kilométrico problemático es el primer pleno del Congreso de este 2024 en el que seguimos para bingo. Miércoles 10 de enero en el Senado porque la Cámara Baja está de obras para satisfacer las exigencias técnicas del empleo de los idiomas regionales mientras el español........

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