Tanta luz amarilla duele ahora
—Los ojos de quien esto,
como lobos.
Allá abajo, mis padres
con su brindis la víspera
del año nuevo,
pidiendo por el alta
de su hijo.
Las uvas, a las doce.
Y el 13, yo, solapas
de un traje a mi medida,
que a fuerza de unos parches
fui solar,
pericia en ictericia.
—Cuarentena por dos,
caído el veinte.
Noé con amasijos
de........
© Letras Libres
visit website