Lo único cierto respecto a la educación en España es que, tarde o temprano, habrá una nueva ley. El PP se ha comprometido a ello en cuanto gobierne. Otro papel mojado, otro parche de normas muy pomposas y poco más. Cada cinco años se aprueba una nueva ley de educación. Esperar un gran pacto de Estado entre socialistas y populares, que tienen empantanada la justicia por no querer o saber llegar a acuerdos, no permite ser optimistas. Tampoco esperar que se escuche a todas las partes: maestros, escuelas, padres y madres… Tampoco soñar con que, gobierne quien gobierne, la inversión en educación sea real y no solo el dinero justo para cubrir los sueldos de los maestros, mantenimiento y construcción de centros y tapar urgencias.

Este es el marco oculto tras los datos del informe PISA, que se esperaban malos al hablar de los alumnos que sufrieron más la pandemia, pero que han venido acompañados de una pésima reacción por parte de los responsables del ramo. Lamentable en Catalunya, una de las comunidades con peor resultado, cuando desde la Conselleria d’Educació se quiso tapar los resultados asegurando que había demasiados niños inmigrantes en la muestra estudiada y rematándolo, cuando ya todos les habían sacado los colores, con que era debido a la pobreza. Y tan felices.

¿Quién escucha a la escuela y a las familias? ¿Quién escucha a los maestros, que hace tiempo que aseguran que las nuevas técnicas educativas que se quieren implantar son quimeras ante alumnados complejos, niños que a menudo no entienden el idioma y, sobre todo, familias que viven a nivel de supervivencia y que poco tiempo pueden dedicar a estimular y escuchar a los hijos en un país donde apenas comprenden las normas generales? En otras comunidades, como Madrid, han solucionado el problema a base de favorecer la privada y la concertada dejando que los pobres, que efectivamente acostumbran a ser inmigrantes, malvivan en la descuidada escuela pública.

Sí, ha habido pandemia, y abuso de los móviles, y adicción al porno, y acoso, y enfermedades mentales de los niños y niñas. Pero el marco general de mucha ley y poca escucha es tóxico y está envenenando el futuro de nuestros hijos.

QOSHE - Una escuela, dos países - Glòria Serra
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Una escuela, dos países

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10.12.2023

Lo único cierto respecto a la educación en España es que, tarde o temprano, habrá una nueva ley. El PP se ha comprometido a ello en cuanto gobierne. Otro papel mojado, otro parche de normas muy pomposas y poco más. Cada cinco años se aprueba una nueva ley de educación. Esperar un gran pacto de Estado entre socialistas y populares, que tienen empantanada la justicia por no querer o saber llegar a acuerdos, no permite ser optimistas. Tampoco esperar que se escuche a todas las partes: maestros, escuelas, padres y madres… Tampoco soñar con que,........

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