–El domingo cogí el avión sin enseñar el DNI en ningún control. Justo cuando empezó a moverse la cola de embarque, me percaté que me había dejado la cartera en casa de Laura. Por un instante, pensé en lo peor­. Era el último vuelo y yo el lunes por la mañana tenía que estar en el trabajo sin falta.

–Un día perderás la cabeza. ¿Qué hiciste?

–Fui al lavabo a pintarme los labios y le expliqué la situación al chico que escaneaba las tarjetas de embarque. Bueno, no del todo. Le dije que creía que me habían robado. Me preguntó si tenía algún otro documento. Le dije que solo una foto del pasaporte y, sin tan siquiera mirarla, al cabo de un rato, me dejó pasar.

–Eres mujer, rubia y de más de cincuenta. No necesitas otro pasaporte. A nadie se le ocurre que puedas ser una delincuente o una fugitiva. Eres una simple mujer blanca de mediana edad. Inofensiva.

–Por no decir tonta, ¿verdad? Bien. Alguna ventaja tendría que tener. Hace pocos días me sucedió lo mismo en la puerta del Parlament. No les constaba que tuviera que entrar. Estuve un rato esperando a ver si me encontraban en la lista y, pasados cinco minutos, les dije que me dejaran entrar y que ya lo aclararían. Y así fue. Me dejaron pasar. ¡Ah! ¡Y hace siglos que no me paran en ningún control de alcoholemia! ¿A ti sí? ¿Vamos a la sauna de vapor?

–Sí, vamos. Amo nuestros gimnasios públicos. A mí tampoco me paran por las alcoholemias. Esta es una de esas cosas que, con la mirada de persona que cuesta poco ofenderse, incluso se podría denunciar: “¡¡Señor juez!! ¡Este guardia me ha discriminado! ¡Los Mossos d’Esquadra nunca me hacen soplar! ¡¡¡Son todos unos sexistas y unos edadistas!!!”.

–Sería muy raro quejarse, cuando eres la parte que sale favorecida, ¿no?

–Tal como está el patio, me jugaría algo a que alguien lo ha hecho.

–Yo prefiero mirar la parte cómica. Creo que colgaré un reel en Instagram explicando que soy invisible y que me ofrezco como asesina. ¿Quieres que lo grabemos juntas?

–¡Por supuesto! Hagámoslo ahora. Cualquier agencia de seguridad o banda criminal organizada debería estar pujando por nosotras. Tenemos el mejor perfil.

QOSHE - Mujer blanca de mediana edad - Gemma Ribas Maspoch
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Mujer blanca de mediana edad

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06.12.2023

–El domingo cogí el avión sin enseñar el DNI en ningún control. Justo cuando empezó a moverse la cola de embarque, me percaté que me había dejado la cartera en casa de Laura. Por un instante, pensé en lo peor­. Era el último vuelo y yo el lunes por la mañana tenía que estar en el trabajo sin falta.

–Un día perderás la cabeza. ¿Qué hiciste?

–Fui al lavabo a pintarme los labios y le expliqué la situación al chico que escaneaba las tarjetas de embarque. Bueno, no del todo. Le dije que creía que me habían robado. Me preguntó........

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