Ceyda Oner, líder de la misión del Fondo Monetario Internacional, FMI, explicó esta semana la visión que tiene la entidad sobre la salud financiera de nuestro país. El informe llamado “Capítulo IV” elogia en términos generales las acciones tomadas por la parte final del gobierno de Iván Duque y la primera etapa del gobierno de Gustavo Petro para consolidar la economía después de los negativos efectos de la pandemia del covid. Los niveles de crecimiento y la tasa de desempleo muestran que la corrección ha sido positiva.

En otra serie de detalles del estudio se observa una serie de riesgos que son preocupantes. De entrada el FMI ve un primer gran riesgo en la inminente necesidad de desglosar los rubros del presupuesto general de la nación de 2024. Hay un total de $13 billones que se encuentran juntos y revueltos, cuando debería haber una destinación específica para proyectos que fueron financiados con vigencias futuras. Este problema ya lo habían denunciado algunos congresistas y mandatarios locales como el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez. Este tema ha terminado en la renuncia de Claudia Marcela Numa quien hasta ayer fue la directora General del Presupuesto del Ministerio de Hacienda. Numa llevaba varios años en la entidad, ingresó durante el gobierno de Juan Manuel Santos. El cruce de comunicaciones de la funcionaria con Presidencia por reiterados errores en el sonado decreto de yerros terminó en la solicitud de renuncia por parte del mismo Petro. La explicación que ha dejado por escrito Numa en varias ocasiones es que se debe respetar lo que ordena la ley, es decir, sí o sí se deben discriminar los $13 billones y no mantener el rubro en una partida global. Esto quiere decir que nuevamente Petro estaría violando una ley, algo que dentro de su actuar como funcionario se volvió parte del paisaje. Petro cree que tiene sus propias leyes y no ve la necesidad de cumplir las que aplican a todos los demás ciudadanos.

Ceyda Oner dijo en sencillas palabras algo que molesta muchísimo al gobierno. Su explicación coincide con las voces de opositores a la reforma a la salud que comienza en esta etapa su discusión en el Senado. Sin saber cuánto va a costar esa reforma, hay una nube gris en general sobre los rubros del sector. Es muy importante que se calcule el valor incremental que va a tener esta reforma, si es que sobrevive a la lucha política. Las otras reformas también van a tener un impacto fiscal y el FMI tiene una mirada cautelosa sobre unas iniciativas que aún no se sabe cuánto nos van a costar y cómo se van a financiar. El riesgo es el de caer en un potencial déficit fiscal más alto, lo que eventualmente podría disminuir de manera significativa la capacidad de endeudamiento.

Otro de los riesgos que observa el FMI es el nivel de gasto público. La entidad sugirió reducir el gasto para propender por un mayor valor de inversión. En los meses que lleva el gobierno actual, el nivel de ejecución ha sido muy bajo. Sin inversión no se lograrán las metas sociales que se fijó el mismo gobierno. El Fondo Monetario le ha puesto una gran tarjeta amarilla a nuestro país, totalmente merecida, en general, por administrar con las cifras de una manera chambona. No se puede ser tan olímpico con el manejo del dinero.