El chantaje del chantajista
Trump, tras ganar las elecciones a la presidencia en EEUU, lo primero que hizo fue dar gracias a Dios por salvarle la vida cuando en la campaña sufrió los atentados: “Dios salvó mi vida por una razón; la razón fue restaurar este país, repararlo”. Todo un agradecimiento divino de un creyente.
Existen otro tipo de creyentes que, más que creer en Dios o apelar a la divinidad, recurre a la fuerza de su persuasión y convicción, a toda costa, y allí donde haga falta. Es lo que se entiende, y lo dijo Sánchez, hacer “de la necesidad virtud”. Y llegado un momento, el exceso de necesidad, más que en virtud se metamorfosea en chantaje, transformando al personaje en un chantajista. No sé de leyes, aunque aprendí en su momento que la “ley es un artificio del hombre, no algo natural, y por lo tanto escode unos intereses y unas personas interesadas”; los intereses, en personas o personajes interesados, pueden conducir al chantaje. De una manera o la otra, el chantaje........
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