Ni el mismísimo caballero Isaac Newton -autor de la ley de la gravitación universal- podría imaginarse hasta qué punto se puede llegar a alcanzar la gravedad.

Con el país excepcionalmente menos polarizado que de costumbre, y no porque descansen los que habitualmente se azuzan entre sí, la ciudadanía abomina la ola de corrupción que presuntamente gravita sobre el Gobierno central, con una inmoralidad sin precedentes, que apunta a los más altos cargos del Estado: ministros, la presidencia del Congreso, al fiscal del estado, y hasta al hermano y la consorte del jefe del Ejecutivo...

Ni siquiera Boris Johnson, tras salirle imitador fallido, tuvo el cuajo de aguantar tanto antes de renunciar como premier inglés

Mientras el parlamento se debate en un cruce de reproches entre gobierno y oposición, Pedro Sánchez se pavonea en el congreso federal del PSOE para cacarear una candidatura al más puro estilo del “carajo 29”, esa antigua ley que confirmaba el puesto al........

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