Algunos ya lo dijimos una y mil veces. No se arregla Venezuela votando, porque las elecciones se celebran bajo la autoridad, la represión y la manipulación del régimen. Unas elecciones en Venezuela son aún menos confiables que en Rusia. Esta vez todo parecía indicar que el régimen iba a tener que reconocer su derrota, pero incluso con votos reales y actas reales ha impuesto su versión delirante de lo sucedido. Maduro y su banda de gánsteres no se vencen en las urnas. Llegado el peor escenario para ellos, anulan de facto el proceso electoral y se entronizan, y si para ello tienen que ir ya a un régimen tipo Cuba, pues van. No se irán del poder mientras vivan, y por eso la solución que ya va siendo evidente pasa, tal vez, porque no vivan. En otros países similares una posible solución pasaría por la sublevación de una parte del ejército, pero en este caso no va a ser posible porque desde cierto nivel para arriba todo el ejército está comprado con la paga adicional que reparte el narco. Decir que Venezuela es un narcoestado no es una exageración. La cúpula de la política oficialista y gran parte de las Fuerzas Armadas viven de la exportación y reexportación de drogas ilegales, ese negocio bastardo que sólo cesará cuando de una maldita vez se legalicen todas las........

© La Región