Cuando menos, es más
El verano trae consigo un cambio en el ambiente laboral. Con temperaturas más altas y días más largos, muchas compañías optan por implementar la jornada intensiva. Este ajuste en el horario laboral permite que los equipos terminen su jornada laboral más temprano. Aunque pueda parecer un pequeño cambio, la jornada intensiva en verano puede tener beneficios significativos para todos.
Uno de los beneficios más evidentes de la jornada intensiva es el incremento en la productividad. Trabajar en un bloque continuo, sin las largas pausas tradicionales para el almuerzo, permite mantener un flujo de trabajo más constante y concentrado. Al tener la posibilidad de finalizar su jornada laboral más temprano, las personas solemos sentirnos más motivadas para mantener un alto nivel de productividad durante las horas de trabajo.
Además, el conocimiento de que la jornada laboral termina antes actúa como un incentivo natural para evitar la........
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