Escenas en la ciudad, y amigos en A Rabeda, Allariz y Cartelle
No parecía ni mendigo, ni drogata, un joven que sentado en plena rúa do Paseo, que si fuera en pretéritos tiempos calle del falangista José Antonio Primo de Rivera se diría, daba gritos suplicando comida. Desgarrador para cualquier viandante...pero nos hemos insensibilizado por la rutina y las escenas las sofocamos en nuestra conciencia, que de nada se sorprende; la sosegamos con un, en este caso: ese tío está chalado. O ese otro que suplica a usuarios, en terrazas acomodados, una ayuda para cenar y al ser ignorado, se va gritando que a él no le da nadie. Desgarran estas escenas y no podemos acallar nuestras conciencias con eso de que si les damos es para la droga.
Una vespertina, soleada y tibia visito, a pedaladas transportado, en su aldeano retiro de Moredo, no más que aldehuela del Val da Rabeda, pero al menos habitada, al licenciado Carlos Risco, sobrino nieto, por demás, de Vicente Risco, que días antes de........
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