El día, soleado; la temperatura, sin los sudores y ahogos que el verano produce; cierta brisilla en las cumbres, crearon el clima perfecto para hollar donde tantas veces esa raya frontera que marca las cumbres de esta sierra.

Así que con este panorama desembarcamos en Portela de Pitoês para emprenderla a pie sin sospechar que a la vuelta, helitransportados, aunque cabe esperar cosas así si en compañía de alguno te aventuras por esa sierra que de tan solitaria ni atisbos de montañero alguno, ni en la proximidad ni en la lejanía.

A Portela de Pitoês entre Requiás y Pitoês das Junias, población allende la frontera, conserva los restos monásticos de un pequeño cenobio, claustro a cielo abierto, iglesia íntegra, dependiente que fue del de Oseira y no del más próximo de Celanova, produjo unos cuantos pleitos sucesorios de si el monasterio perteneciente al arzobispado de Braga o a la orden benedictina de Oseira, finalmente resuelto,........

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