El 2023 se marchó con aplicación estricta del guión trazado desde abril: bloqueo indefinido de las elecciones judiciales, por acción combinada de operadores políticos y judiciales; degradado juego de suma cero en la batalla interna del MAS-IPSP, con daño colateral al TSE; autoprórroga sine die del mandato de los magistrados; y sentencia constitucional, el día de los Santos Inocentes, con fundamentos contra la reelección metidos de contrabando. Casi de manual.

Lo menos evidente, que abona la niebla en los escenarios políticos de 2024, es la parálisis decisoria en la ALP (hubo receso de facto sin aprobación del presupuesto, ni convocatoria a elecciones judiciales, ni autorización de ascensos a generales); el desbarajuste en la élite cruceña, hoy dividida y con crisis de representación, en torno a la cabeza en la gobernación departamental; y la consagración en forma del TCP como un inquietante y peligroso suprapoder.

En tales condiciones iniciamos el nuevo año, entre asignaturas pendientes y complejos retos por venir. Lo inevitable es el Censo de Población, el 23 de marzo. Suponiendo que todo va razonablemente bien en el operativo, la querella por los datos será en septiembre: cuántos somos, cómo se redistribuyen los recursos, cuánto se mueven los escaños. Con el añadido de guerra sucia contra el padrón electoral y falacias sobre las circunscripciones.

Hasta el 5 de mayo, siete partidos, incluido el MAS-IPSP, deben renovar sus directivas. Parece difícil que las facciones azules acuerden un nuevo congreso ordinario. Será el anticipo de las primarias para binomios presidenciales, que debieran ser convocadas en agosto. Es probable que una decisión política en la ALP las deje en suspenso. Y están en agenda las elecciones judiciales. Sospecho que continuarán obstruidas por el consorcio político-judicial.

Persisten algunos factores de incertidumbre en el campo político-institucional. ¿La situación de gobierno dividido en la ALP se afrontará con acuerdos puntuales, devendrá en bloqueo/veto sistemático o se tramitará en los juzgados (la acción del TCP contra el Senado es inaudita)? ¿La disputa por la candidatura presidencial en el MAS-IPSP llegará hasta la implosión del instrumento político? ¿La mentada “unidad opositora” le ganará a su evidente fragmentación?

Y está en curso un gran riesgo para el sistema electoral y, por tanto, para la democracia. ¿El TSE preservará el carácter irrevisable de sus resoluciones en materia electoral o acaso la definición de candidaturas, la convocatoria a elecciones y hasta la validez de los resultados dependerán de la mano gris de un juez o un par de magistrados? Intenso 2024.

FadoCracia magistratus

1. En poco tiempo, los magistrados del Te- CePé fueron héroes y villanos al mismo tiempo. Es el problema de las sentencias a la carta: gustan solo a quienes benefician. 2. El 31 de julio (sentencia 0060), pusieron un candado a la convocatoria de las elecciones judiciales. Héroes. Las minorías tienen poder de veto. 3. El 11 de diciembre (declaración 0049), se autoprorrogaron en el cargo “hasta que se elijan nuevas autoridades”. Supervillanos. 4. El 28 de diciembre (sentencia 1010), dos magistrados encajaron argumentos sobre el derecho al sufragio, generando celebración precoz. Megahéroes. Pero resulta que habían dejado intacto el “derecho humano” a la repostulación. “Vulgares tramoyistas”. 5. Y el 29 de diciembre (sentencia 2021), el último día de su mandato, dispusieron que el Vicegobernador asuma la suplencia temporal en el cargo de Gobernador de Santa Cruz. Ultravillanos. 6. Hay una coalición informal que está gobernando el país a punta de sentencias. 7. Con héroes/villanos en las altas cortes se inhabilita la primacía de la Constitución. Todos perdemos. Cuidado la criatura termine devorando a sus creadores.

José Luis Exeni Rodríguez es politólogo

QOSHE - Removiendo escenarios - José Luis Exeni Rodríguez
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Removiendo escenarios

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07.01.2024

El 2023 se marchó con aplicación estricta del guión trazado desde abril: bloqueo indefinido de las elecciones judiciales, por acción combinada de operadores políticos y judiciales; degradado juego de suma cero en la batalla interna del MAS-IPSP, con daño colateral al TSE; autoprórroga sine die del mandato de los magistrados; y sentencia constitucional, el día de los Santos Inocentes, con fundamentos contra la reelección metidos de contrabando. Casi de manual.

Lo menos evidente, que abona la niebla en los escenarios políticos de 2024, es la parálisis decisoria en la ALP (hubo receso de facto sin aprobación del presupuesto, ni convocatoria a elecciones judiciales, ni autorización de ascensos a generales); el desbarajuste en la élite cruceña, hoy dividida y con crisis de representación, en torno a la cabeza en la gobernación departamental; y la consagración en forma del TCP como un inquietante y peligroso suprapoder.

En tales condiciones iniciamos el........

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