La idea de golpe de Estado fue formulada por Gabriel Naudé en su obra Consideraciones políticas sobre los golpes de Estado, en 1639. Para Naudé se trata de una acción violenta y sorpresiva del príncipe contra toda situación-límite que amenaza la existencia y estabilidad del Estado. Dos siglos y unas décadas más tarde, se volvió a hablar de golpe de Estado cuando el 9 de noviembre de 1851, Luis Napoleón Bonaparte —el sobrino de Napoleón— secuestraba la asamblea con el apoyo del ejército y el 2 de diciembre se hacía coronar emperador y mantenía de esta manera el poder por la fuerza. Marx le dedicó al golpe de Estado un extenso ensayo titulado El dieciocho brumario de Luis Bonaparte, y es que en el calendario republicano francés el 18 brumario correspondía al 9 de noviembre, el día en el cual comenzó el golpe de Estado de Luís Napoleón Bonaparte. Para Marx, este episodio narraba cómo la burguesía está dispuesta a ceder su participación en el gobierno con la única finalidad de preservar sus intereses económicos.

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Durante el siglo XX, la idea de golpe de Estado se asoció a las rupturas institucionales protagonizadas por militares, en particular en América Latina, para muchos teóricos como Edward Luttwak se trata de actos realizados por sectores del Estado que no integran propiamente al gobierno. En particular sectores como las fuerzas armadas, las fuerzas policiales, acompañados de otros grupos de interés. En los estudios de sistemas políticos comparados cuando se estudia regímenes presidencialistas y regímenes parlamentarias, el politólogo Fred Riggs ha demostrado que todos los sistemas presidencialistas, a excepción de Estados Unidos, han sufrido golpes de Estado. Adam Przeworski ha mostrado que entre 1950 y 1990, el 54% de los regímenes presidencialistas ha sufrido golpes de Estado contra el 24% de los parlamentaristas, y se animó a señalar que la expectativa de vida de un régimen presidencialista es de 21 años contra los 73 de un régimen parlamentarista.

A comienzos del siglo XXI, y a instancias del nuevo constitucionalismo, los golpes de Estado son considerados por muchos autores como la sustitución de un gobierno legítima y constitucionalmente constituido por medio de procedimientos no previstos en la Constitución, por lo que las fuerzas armadas dejan de tener un papel central y asumen una actividad de neutralidad-complicidad con los golpistas. La pugna de estos sectores es ahora la discusión de los tintes de legalidad y/o legitimidad del golpe de Estado, justamente para evadir que se califique esta acción como golpe de Estado y llevar a cabo simulacros formales de legitimidad y/o legalidad. A ello se ha denominado golpe blando, blanco o inteligente. Su rasgo principal es la desesperada discusión por afirmar que no fue golpe.

(*) Farit Rojas es docente investigador de la UMSA

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Golpe de Estado

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13.11.2023

La idea de golpe de Estado fue formulada por Gabriel Naudé en su obra Consideraciones políticas sobre los golpes de Estado, en 1639. Para Naudé se trata de una acción violenta y sorpresiva del príncipe contra toda situación-límite que amenaza la existencia y estabilidad del Estado. Dos siglos y unas décadas más tarde, se volvió a hablar de golpe de Estado cuando el 9 de noviembre de 1851, Luis Napoleón Bonaparte —el sobrino de Napoleón— secuestraba la asamblea con el apoyo del ejército y el 2 de diciembre se hacía coronar emperador y mantenía de esta manera el poder por la fuerza. Marx le dedicó al golpe de Estado un extenso ensayo titulado El dieciocho brumario de Luis Bonaparte, y es que en el calendario........

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