Hay que gobernar con todos y todos debemos ayudar a gobernar.
El amago de exclusión que hizo el presidente Petro al invitar a palacio solamente a los nuevos gobernadores afines a su coalición de Gobierno fue un mal mensaje. Se le olvida que está gobernando para todos los colombianos y colombianas y no solamente para aquellos que son cercanos a sus tesis políticas. Seguramente, luego del revés político que tuvo en la capital del país y en Medellín al perder, de manera estruendosa, con sus candidatos en ambos lugares, lo hizo caer en esa tentación excluyente, para poder mandar un mensaje de triunfo y por ende de aprobación a su mandato. Allá llegaron muchos gobernadores que como el de Caldas y Boyacá se esperaba que tuvieran cierta prudencia. Qué pesar, el presidente pierde puntos como estadista y gana bastantes como politiquero.
El otro escenario de gobierno que es complejo es el del Congreso. Las reformas van caminando, a paso lento, pero aceitadas con manejos no del todo ortodoxos, eso sí muy propios de la tradicional negociación clientelista con grupos de congresistas, que no tienen ninguna ética ni consistencia ideológica. Allí los congresistas en busca de contratados, de puestos y demás prebendas burocráticas, están entregando sus votos para las reformas. Y el debate profundo, oyendo a los técnicos, a los usuarios, revistando las experiencias en otros países, pasa a segundo plano, o peor, se evapora en el horizonte. Esta falta de madurez política de nuestros congresistas le está saliendo muy costosa a la democracia y al desarrollo de nuestro país. Estamos a punto de regresarnos en el tiempo muchos años después de hacer importantes conquistas, que claro seguramente se pueden mejorar mucho, pero la solución no es sencillamente cambiar de paradigma para volver al estatizante que ya sabemos a dónde lleva... Allí vemos a un gobierno haciendo todo tipo de juegos para ganar las mayorías. Y sin mucho reato de conciencia.
Se ha notado muy ausente del debate público a la academia. Las universidades están pasando en muchos de los temas sencillamente de agache, o haciendo unos lánguidos eventos intrascendentes en sus campus. Es muy triste que las universidades, que han contado con su autonomía universitaria, precisamente para que puedan aportar críticamente a la construcción de la democracia y del país, sean muy poco activas. Las universidades públicas han estado entretenidas con las nuevas partidas que les han entregado para la matrícula cero y para inversión. A su vez en algunas de ellas, han prestado apoyo directo al Gobierno en ciertos temas, lo que es bueno, pero no puede hacerles perder su independencia crítica. Las privadas, con excepción de una carta que enviaron los rectores de unas pocas universidades alertando sobre el proyecto de ley estatutaria de educación, en el resto de temas, no las hemos oído. Y deben tener una voz importante. Hay muchos asuntos sobre los cuales han venido investigando hace muchos años y cuentan con grupos de investigación y doctores especializados en muchos de los tópicos de las reformas. Pero su voz no se escucha... Le hace falta al país un compromiso más fuerte y decidido de la academia para los debates de las reformas.
Finalmente, los tanques de pensamiento, como el Consejo Privado de Competitividad y Fedesarrollo, dos de los más representativos en el país, han hecho esfuerzos importantes, pero deben tener mayor juego comunicacional y de llegarle a los grupos de decisión. Los gremios sí han estado pendientes, pero sabemos que ellos sí tienen el sesgo de los intereses de sus agremiados, como es lógico. Pero hay que tenerlos muy presentes, pues son la voz de los que están en los distintos sectores productivos y de servicios. Colombia merece unos debates más profundos. No podemos dejarlos en manos de unos políticos algunos de ellos un tanto irresponsables. La sociedad requiere que sus mejores mentes se pongan a pensar en lo que más le conviene al país en cada caso. Y a su vez el Gobierno debe gobernar para todos y no caer en la trampa de dividir para reinar, ¡pues se le puede quedar por fuera más de la mitad del país!

QOSHE - A gobernar con todos - Luis Felipe Gómez Restrepo
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A gobernar con todos

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19.11.2023

Hay que gobernar con todos y todos debemos ayudar a gobernar.
El amago de exclusión que hizo el presidente Petro al invitar a palacio solamente a los nuevos gobernadores afines a su coalición de Gobierno fue un mal mensaje. Se le olvida que está gobernando para todos los colombianos y colombianas y no solamente para aquellos que son cercanos a sus tesis políticas. Seguramente, luego del revés político que tuvo en la capital del país y en Medellín al perder, de manera estruendosa, con sus candidatos en ambos lugares, lo hizo caer en esa tentación excluyente, para poder mandar un mensaje de triunfo y por ende de aprobación a su mandato. Allá llegaron muchos gobernadores que como el de Caldas y Boyacá se esperaba que tuvieran cierta prudencia. Qué pesar, el presidente pierde puntos como estadista y gana bastantes como politiquero.
El otro escenario de gobierno que es complejo es el del Congreso. Las reformas van caminando, a paso lento, pero aceitadas con manejos no del todo ortodoxos, eso sí muy propios de la........

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