Con un acto administrativo del 31 de octubre de 2023 la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) estableció que “las ternadas cumplen con los requisitos constitucionales y legales, previstos en el artículo 232 de la Carta Política”. Sin embargo, la misma CSJ aplazó el nombramiento hasta enero de 2024, y cuando hicieron la reunión para nombrar una de las 3, que ya habían sido escuchadas y aceptadas por ellos, decidieron en una acción sin precedentes en Colombia, no elegirla, con una votación que siendo secreta, demuestra la politización de la justicia y el verdadero interés que tienen en no dar cumplimiento a la ley.
La CSJ reiteró, luego de evaluar la experiencia profesional de las postuladas, “que las doctoras Ángela María Buitrago Ruiz, Luz Adriana Camargo Garzón y Amelia Pérez Parra acreditaron el cumplimiento de los requisitos constitucionales y legales para el ejercicio del cargo de fiscal”. Y cuando eso acontece, no es optativo, es obligatorio nombrarla, en cumplimiento de los principios constitucionales que tenemos, pero que el Poder Judicial, en manos de la CSJ pasa por alto, burlándose de los colombianos y maltratando la majestad de la justicia, que hoy, desde su representación en la diosa Themis, ve que le destapan vulgarmente los ojos, que puede ver, que no es imparcial y que le inclinan la balanza caprichosamente de acuerdo a intereses políticos cuestionables, en una institución creada para ser ejemplo de equilibrio y majestad.
Las preguntas que se pueden hacer entre otras son: ¿Qué interés tiene la CSJ en dilatar ese nombramiento? ¿Están actuando en Derecho, o son una institución hipócritamente disfrazada de justa, cuando en realidad es una entidad politizada, bastante cuestionada, con no pocos de sus magistrados con hojas de vida, hasta “inválidos”, que causarían vergüenza en cualquier país del mundo? No hay derecho a que el ejercicio del Derecho, sea un acto tan torcido y cuestionable, tan lleno de falencias, de situaciones inexcusables que la harían inviable en cualquier democracia decente y honesta. Pero estamos en Colombia, donde los órganos del poder, todos, sin excepción, hacen lo que les viene en gana, como les da la gana, independiente de que con sus actuaciones defrauden al conglomerado de todos los colombianos, que son los verdaderos depositarios del poder, delegado en instituciones que se suponen incuestionables, cuando en la realidad cotidiana demuestran que no lo son.
Cuando se revisan las hojas de vida de los magistrados se encuentran no pocas sorpresas, con los que tienen sus parientes en grados de afinidad y consanguinidad incompatibles con los cargos que desempeñan en las instituciones que conforman la propia Fiscalía General de la Nación, la Procuraduría General, entre otros, burlando el respeto a la legalidad y la norma que ellos mismos están encargados de hacer cumplir y de velar porque no sea ultrajada o utilizada ilegalmente, cuando no se declaran los impedimentos que existen para ocupar dichos cargos. “Los nombres y las trayectorias de las tres ternadas están en los despachos de la Corte Suprema de Justicia desde septiembre, cuando el jefe de Estado se reunió con el presidente del alto tribunal, el magistrado Fernando Castillo, para hacer a un lado a la abogada Amparo Cerón e incluir a Luz Camargo en la lista. Cerón buscó que le permitieran seguir en la terna, pero la Corte Suprema determinó el 12 de octubre que la competencia para escoger a las candidatas es del mandatario nacional”.
Si eso fue así, si se aceptaron y se dio el visto bueno a las ternadas, si como está demostrado son conocedoras profundas de los deberes del cargo y tienen las más altas calificaciones personales y profesionales para ejercerlo, de dónde nace el interés en crear ese vacío jurídico dando un pésimo mensaje contra la legalidad y la justicia a la ciudadanía, que observa atónita los intereses que se mueven en esa alta Corte. Señores magistrados, el nombramiento de la nueva fiscal no da más espera; si ustedes lo dilatan, no estarán actuando con apego a la ley, sino burlándose de ella y de los colombianos que creemos todavía en que esto es una democracia, un Estado Social de Derecho en el cual la ley es soberana, transparente, limpia, pulcra, por encima de intereses politiqueros o de maniobras sofisticadas para burlarse de ella. No pueden hacerle ese daño a Colombia. La historia será testamentaria y les cobrará con intereses de usurera los actos que vayan en dirección contraria a los de las funciones que ustedes tienen, a las que están obligados por la propia ley. “Alea iacta est”.
CSJ, a cumplir la ley
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08.02.2024
Con un acto administrativo del 31 de octubre de 2023 la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) estableció que “las ternadas cumplen con los requisitos constitucionales y legales, previstos en el artículo 232 de la Carta Política”. Sin embargo, la misma CSJ aplazó el nombramiento hasta enero de 2024, y cuando hicieron la reunión para nombrar una de las 3, que ya habían sido escuchadas y aceptadas por ellos, decidieron en una acción sin precedentes en Colombia, no elegirla, con una votación que siendo secreta, demuestra la politización de la justicia y el verdadero interés que tienen en no dar cumplimiento a la ley.
La CSJ reiteró, luego de evaluar la experiencia profesional de las postuladas, “que las doctoras Ángela María Buitrago Ruiz, Luz Adriana Camargo Garzón y Amelia Pérez Parra acreditaron el cumplimiento de los requisitos constitucionales y legales para el ejercicio del cargo de fiscal”. Y cuando eso acontece, no es optativo, es obligatorio nombrarla, en cumplimiento de los principios constitucionales que tenemos, pero que el Poder Judicial, en manos de la CSJ pasa por alto, burlándose de los colombianos y........
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