Habíamos subido a la Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM) por su vertiente suroriental. Decidimos bajar por el sur porque nos parecía una vía directa. Bajando encontramos un valle muy hermoso situado a unos 3.000 y pico metros. Bajábamos felices. Pero…el dichoso valle terminó en una cuesta que de nuevo nos encumbró sobre los 4.000 metros para luego descender en un
vertiginoso declive a Nabusímake, la capital de los arhuacos. Los misioneros le habían cambiado el nombre por San Sebastián de Rábago, pero los indígenas volvieron por sus fueros. Los páramos de la SNSM son poseedores de un frailejón maravilloso, endémico, arborescente, que lo diferencia de los 139 que hay en Colombia. Frailejones, las plantas típicas de los páramos andinos solo se encuentran en Colombia, Ecuador, Panamá y Costa Rica. Los ecuatorianos alegan que el páramo más extenso del mundo es el del Ángel, de su país. El del Ángel mide 16.541 hectáreas y el de Sumapaz, 333.420. El nombre científico del frailejón arborescente de la SNSM es Libanothamnus glossophyllus.
Hablando del agua es bueno recordar que la SNSM es una impresionante fábrica de ríos que bañan la zona turística de Santa Marta y la vallenata, la carbonera de Cerrejón y la de la Guajira occidental. Esos ríos son: César, Ranchería, Palomino, Aracataca, Don Diego y el Sevilla por cuya cuenca conduciríamos nuestros pasos en esta aventura navideña. Y estos ríos no nacen porque la Sierra tenga nieve y glaciares. No. Nacen allí por la gran extensión de sus páramos. Repito una y mil veces más, los ríos en Colombia no nacen en la nieve, nacen en los páramos y bosque de cordillera. Si nacieran en los macizos nevados solo tendríamos agua en las zonas de la SNSM, del Parque de los Nevados, y del Nevado del Huila, porque no tenemos más macizos nevados en el país.
Así las cosas partimos de Bogotá el 20 de diciembre la conocida oftalmóloga Alejandra Murcia; Diego Castro, un educador muy apreciado en los ambientes escolares, y Ramiro Mariaca, experto pajarólogo que tiene en su haber 700 fotos de aves colombianas, todas distintas. Yo completaba el grupo. En Santa Marta nos recogió Wilson Alvarez y nos “metió” inmediatamente en los repliegues de la SNSM. Nos condujo por estrechas carreteras de montaña. En la parte más baja los cultivos predominantes son de mangos, que estaban en cosecha y a medida que ganábamos altura aparecían las fincas cafeteras. No se olvide que partíamos de cero metros sobre el nivel del mar en Santa Marta e íbamos ganando altura en la montaña. Siempre subiendo, implacablemente llegamos a San Pedro de la Sierra.
En la fauna de la SNSM sobresalen los jaguares o tigres. Hay entidades que están trabajando con los nativos para que no los maten, para que aprendan a convivir con ellos. Incluso para ganar dinero los finqueros cultivan un café orgánico de excelente calidad que lleva por sello Tigres de la SNSM. Al bajar de la Sierra trajimos de regalo a los amigos varios kilos de este café orgánico cultivado en las fincas del macizo. Para hablar de San Pedro de la Sierra me valgo de un artículo publicado por Annelise
Burgos, periodista de Unimedios. Le doy crédito al tomar algunos datos de su publicación. El pueblo primitivo era de los kogis y se llamaba San Pedro de los Kogis, que ante la llegada de campesinos del interior del país, paisas, tolimenses y otros, abandonaron el pueblo y se marcharon más arriba. Entonces el pueblo pasó a llamarse San Pedro de la Sierra y con los nuevos habitantes cambió de fisonomía, de cultura y de la forma de construcción de las viviendas.

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La SNSM, “mata” de ríos

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01.02.2024

Habíamos subido a la Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM) por su vertiente suroriental. Decidimos bajar por el sur porque nos parecía una vía directa. Bajando encontramos un valle muy hermoso situado a unos 3.000 y pico metros. Bajábamos felices. Pero…el dichoso valle terminó en una cuesta que de nuevo nos encumbró sobre los 4.000 metros para luego descender en un
vertiginoso declive a Nabusímake, la capital de los arhuacos. Los misioneros le habían cambiado el nombre por San Sebastián de Rábago, pero los indígenas volvieron por sus fueros. Los páramos de la SNSM son poseedores de un frailejón maravilloso, endémico, arborescente, que lo diferencia de los 139 que hay en Colombia. Frailejones, las plantas típicas de los páramos andinos solo se encuentran en Colombia, Ecuador, Panamá y Costa Rica. Los ecuatorianos alegan que el páramo más extenso del mundo es el del Ángel, de su........

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