La reacción de Maduro utilizando el TSJ y a la Fiscalía era de librito, una María Corina serena entiende correctamente lo que recién ocurrió con el resultado de la Primaria y responde ubicando donde corresponde la jugada de Maduro, que es más para las gradas escuálidas de sus mermados seguidores que una estrategia para deshacerse de lo acordado en Barbados.
Maduro si vio lo que se le venía con las Primarias, pero realizó un inventario de daños si rompía la liga y optó por el daño menor que es ganar tiempo para meterle con la relajación de sanciones dinero a la alcancía, que por ahora se encuentra vacía para afrontar las elecciones de 2024, que apuntan a una mega elección con gobernaciones, alcaldías, asambleas regionales y la nacional acompañando la presidencial por las razones que se han expuesto de movilizar la maquinaria para todos los cargos de elección popular, porque sin ese incentivo Maduro no alcanza el 10% sencillamente porque no emociona ni a su familia y sería literalmente barrido por María Corina.
Así que el estiramiento de la liga y el tema del Esequibo son parte de la misma estrategia de ganar tiempo y recuperar con un falso nacionalismo los apoyos perdidos.
La trama para sacar del juego a María Corina utilizando las instituciones del estado han producido un efecto contrario, afianzándola como vencedora y sumándole apoyos internacionales cada día más firmes, colocando a Maduro a la defensiva, porque si bien puede estirar la liga si la rompe se queda desnudo y sin cobres, por eso reflota el tema del Esequibo con la intención de abrir un frente de conflicto en el único continente que se mantiene sin amenazas de guerra real, es una jugada de geopolítica y energía en donde los intereses de las petroleras se pueden poner en riesgo atrayendo la atención de las potencias mundiales, particularmente Rusia, China, Gran Bretaña y los Estados Unidos, recordemos la tesis guevarista de los 60 de crear muchos Vietnam para colapsar a los Estados Unidos y el capitalismo, el mundo es muy diferente de esa época, pero los asesores cubanos se mantienen con las mismas consignas mucho tiempo después del fin de la Unión Soviética y la caída del muro de Berlín.
En realidad Maduro y la nomeklatura que gobierna es capaz de cualquier cosa pero no se mandan solos, una escalada de tensiones son posibles, una guerra es poco probable, no porque no la deseen, sino porque las guerras son demasiado costosas y si no tiene dinero para competir en unas elecciones mucho menos lo tendría en un conflicto con otro país, por mucho que nos asista el derecho de reclamo sobre el Esequibo, que ellos mismos irresponsablemente por ordenes de Fidel Castro le restaron importancia y voltearon la cara hacia el lado oscuro de la historia para que las petroleras operaran, sin tomar en cuenta que desde 1966 está claramente definido que esta reclamación se dirime bajo el acuerdo suscrito por ambas partes en la ciudad de Ginebra y si Guyana ha procedido como lo ha hecho se debe a los errores de Chávez y de su Canciller Nicolás Maduro Moros.
Por ello que un referéndum para consultar a los venezolanos sobre algo que ya está establecido por la diplomacia desde 1966 es similar a la sentencia del TSJ sobre las primarias consumadas, es más una táctica propagandista para intentar reorganizar fuerzas y darle a los pocos que lo apoyan la respuesta que no tuvieron con el éxito de las primarias opositoras, estoy seguro que el CNE va a dar unas cifras de participación multiplicadas por tres o más, gracias a la magia de las maquinitas, pero los centros de votación van a permanecer sin largas filas y todo el mundo lo va a poder constatar, por aquello que la mentira tiene patas cortas.
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