La frase que da título a esta nota es de Javier Milei, quien este domingo la pronunció en su toma de posesión de la presidencia de la república Argentina, para los argentinos y también para el resto de lo que padecemos de un colectivismo estatista socialista, que ha sacrificado el bienestar y la prosperidad de los ciudadanos llevándonos a una pobreza que se agrava mientras dura la oscuridad nos toca muy de cerca.

El fin del populismo en la región representa una esperanza de luz, un parto de una modernidad liberal que lucha por hacer valer una narrativa que defienda al ciudadano de un estado abusador que mantiene a una clase política que en nombre del colectivismo se enriquece empobreciendo a la sociedad trabajadora, manipulándola con migajas para mantenerla en la pobreza sin oportunidades de superar la precariedad de vida, que es el objetivo de los populismos clásicos como el caso de Venezuela, con el agravante de un autoritarismo que cercena derechos y abusa de los organismos del estado para criminalizar y judicializar a los dirigentes de la oposición incomoda no complaciente.

El presidente Milei no la tiene fácil, la tarea de desmontar un populismo de décadas con mucho arraigo que tiene a la Argentina endeudada y con la mitad de su población en condición de pobreza es una tarea titánica y de una complejidad mayor, el ajuste de reducción del tamaño del estado va a tener un impacto que puede ser utilizado por los señores de la oscuridad para torpedear la reingeniería de un país que requiere de una reestructuración a fondo como la que se propone llevar Milei con la libertad como bandera.

Si a corto plazo las medidas en Argentina arrojan un saldo positivo será un espejo para el resto del continente, esperamos que el fin de la oscuridad llegue a Venezuela pronto, que la transición y el cambio que se necesita, se entienda que va más allá del relevo de personajes, se trata de una sustitución de modelo, narrativa e ideas.

La narrativa de la izquierda está mutando en Colombia hacia el progresismo con poco éxito, en Cuba, Nicaragua y Venezuela se mantienen en el marco de la confrontación antinorteamericana y un férreo intervencionismo estatal con los peores resultados, es solo cuestión de tiempo esperar el colapso del modelo populista nos hemos dicho muchas veces y no termina de salir el sol mientras la noche cobra más víctimas inocentes, Milei en Argentina está convencido que lo logrará, en Venezuela María Corina se ha convertido en la esperanza con su propuesta liberal, en Ecuador un joven empresario está mandando un mensaje claro de cambio de narrativa, los populismos se quedaron en la oscuridad de la noche y para intentar prolongarse apelan al autoritarismo, hasta que de estirar tanto la cuerda se rompa y se descorra el velo que permita entrar la luz de la libertad, como ha expresado el ahora presidente de Argentina a todos sus compatriotas y al mundo. Suerte en la batalla Milei.