El actual obispo de Zamora, don Fernando Valera, tardó en llegar a la Diócesis. Es de suponer que el papa Francisco (más listo que el hambre y más bueno que el pan) debió de considerar que la Iglesia tenía que buscar una persona especial (intelectual, con don de gentes y culto) para iluminar a los fieles de Zamora, donde en la capital, había aparecido un alcalde "comunista" en medio de un caldo de cultivo netamente conservador.

Llegado aquí, el señor obispo demostró enseguida que el Sumo Pontífice acertó, y en poco tiempo su fama se ha afianzado como la de una persona con conocimientos, progresista y afable.

Sin duda alguna, esa inteligencia superior (a la media) le hizo quedarse asombrado cuando oyó hablar del Motín de la Trucha

En el siglo XII, en Zamora quienes mandaban en la ciudad tenían derecho a comprar alimentos antes de las 12 mientras el resto debería hacerlo después. La finalidad era obvia, así los mejores manjares irían a las mesas de las mejores familias, y las sobras para el pueblo.

Un día, pasadas las 12, un zapatero vio una hermosa trucha y decidió adquirirla (tenía derecho a hacerlo). Y cuando estaba en ese afán, el escudero de un noble exigió que la pieza fuera para su amo. Esta discrepancia se transmutó en pelea, la pelea en reyerta y la reyerta en la muerte del escudero del poderoso.

Este hecho llevó a los magnates (el "todo Zamora", o sea los ricos, nobles, oficiales de rango e hijosdalgo) a convocarse en la Iglesia de Santa María (la Nueva) para discurrir el castigo que aplicarían al pueblo zamorano, a aquella ralea, por tal osadía.

La falta de respeto de los poderosos al no cumplir sus propias leyes, las que ellos habían impuesto contra el pueblo, más los rumores sobre la venganza que preparaban, provocó una rebelión contra la rancia aristocracia de la ciudad, y tras cerrar la puerta del templo le prendieron fuego. No quedó ni uno vivo.

Quema que fue acompañada de un acontecimiento inaudito: las Sagradas Formas salieron volando por el campanario y se fueran hasta el convento de las Dueñas (al otro lado del rio).

Iglesia de Santa María la Nueva. J. N.

Que nuestro inteligente obispo, al oír esta historia, quedara asombrado por un milagro tan extraño y sin parangón, y reaccionara inmediatamente queriendo ver esas hostias, entra dentro de lo más natural. Y hace como un mes visitó el convento.

Al parecer las hostias existen, y están en perfecto estado, cosa que según el periódico es normal pues ese tipo de materia (oblea) se conserva fácilmente y bien.

Llegados aquí confieso que yo no creo en los milagros, y menos en éste. Pero dado que lo que yo piense no tiene importancia, lo que aquí cabe plantear es:

¿Qué mensaje quiso dar el más allá con ese milagro? ¿Por qué huyeron de la quema las Sagradas Formas, que ya consagradas, son carne y sangre de Cristo?

¿Debemos entender que Dios está contra la violencia y así lo manifestaba? Si es así, ¿estás tú también en contra de las guerras, las masacres y los genocidios, o quieres que siga la guerra hasta que ganen "los buenos"? O sea ¿apoyas las guerras como acto de justicia?

¿O es que Dios simplemente quiso recordar a su fieles que no está, ni quiere estar, con los poderosos, por eso de que es más fácil que pase una camello por el ojo de una aguja a que entre un rico en el reino de los cielos?

O lo que es peor, ¿se usó ese milagro para recordar que a Dios los disturbios sociales (la lucha de clases) ni le van, ni le vienen, y por eso se largó de aquel escenario feroz, lavándose las manos?

Que alguien lo aclare pues hasta Jesús el Nazareno, el Hijo de Dios, tras narrar una parábola, la explicaba.

QOSHE - ¿Por qué volaron las hostias? - Francisco Molina
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¿Por qué volaron las hostias?

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16.11.2023

El actual obispo de Zamora, don Fernando Valera, tardó en llegar a la Diócesis. Es de suponer que el papa Francisco (más listo que el hambre y más bueno que el pan) debió de considerar que la Iglesia tenía que buscar una persona especial (intelectual, con don de gentes y culto) para iluminar a los fieles de Zamora, donde en la capital, había aparecido un alcalde "comunista" en medio de un caldo de cultivo netamente conservador.

Llegado aquí, el señor obispo demostró enseguida que el Sumo Pontífice acertó, y en poco tiempo su fama se ha afianzado como la de una persona con conocimientos, progresista y afable.

Sin duda alguna, esa inteligencia superior (a la media) le hizo quedarse asombrado cuando oyó hablar del Motín de la Trucha

En el siglo XII, en Zamora quienes mandaban en la ciudad tenían derecho a comprar alimentos antes de las 12 mientras el resto debería hacerlo después. La finalidad era obvia,........

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