Somos del equipo de las pequeñas cosas que nos hacen felices. Desde hace ya muchos años. Es cada vez más importante sentir que llevábamos razón, porque el sentimiento aumenta con el paso del tiempo. La muerte sigue ahí, llamando a la puerta de todas las generaciones, pero cada vez más a la nuestra. Es ley de muerte, que no de vida. Caen bombas cerca en la guerra constante contra el tiempo, por temporadas, caen tan cerca que volvemos a ser conscientes de que seguimos luchando. Ver sufrir a amigos por pérdidas injustificables y volver a ser conscientes de las pérdidas que nos han llenado de pena tantas veces ya. Parece un silogismo cruel, pero con la muerte cercana se hace más patente la solución para seguir ganando. La que ejercemos en el día a día, cuando vemos un arrumaco parados en el semáforo, cuando una estrella fugaz cruza el cielo mientras hablas de curro con el manos libres del coche, cuando Aarón canta con elegancia a la vida en un bar de los de siempre, o cuando le dices a Alicia que somos la defensa de un futbolín y se ríe diciéndome tonto entre dientes.

Las pequeñas cosas son gigantes y son nuestras ráfagas de respuesta a los golpes que nos da la muerte, que no la vida. La vida nos da todo lo que podemos usar contra ella, contra quien nos acosa, subida en los segundos que pasan, los días, las semanas y los meses. Escribía artículos que llamaba ‘Cosicas’, en los que soltaba una retahíla de esos momentos que nos alegran. Escritos y leídos se hacen grandes, como la nostalgia que nos da fuerza, esa en la que siempre he creído que nos educa para seguir luchando. Luis Losana adora esos cosicas, y a mí me da la vida cuando me pide uno. Hoy comemos con amigos y contaremos chistes. Seguramente los mismos que siempre, y nos reiremos. Y Pedro dirá que su padre repetía el chiste, un rato después de contarlo, y sus amigos se reían aún más la segunda vez. Ahí está lo que nos da la vida y lo que podemos quitarle al tiempo. Imagino a la muerte retorciéndose cada vez que alguien se vuelve a reír con más fuerza de algo de lo que ya se ha reído.

Somos de barra de bar, hogar de los buenos amigos. Nos gusta disfrutar la vida como sorbos de un buen vino. Somos de mojar el pan, en todos los buenos momentos… Dicen Los Morochos. Qué bonico es descubrir gente del equipo a estas alturas. Y gente más joven, aunque siempre veamos a los futbolistas mayores que nosotros. 47 cumplo en pocas semanas. Pero hoy comemos con amigos y contaremos los mismos chistes de siempre. Y estas 400 palabras hoy son porque Alicia me ha dicho que escriba sobre comer con amigos, que es lo mejor. Y claro que lo es, como tantas otras cosas sencillas. Morir no es ley de vida, amigos. Ley de vida es vivir. Vale.

PD. A todos los amigos de Pedro del Vas y Teo. Descansen en paz.

QOSHE - Ley de vida - Yayo Delgado
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Ley de vida

17 0
22.01.2024

Somos del equipo de las pequeñas cosas que nos hacen felices. Desde hace ya muchos años. Es cada vez más importante sentir que llevábamos razón, porque el sentimiento aumenta con el paso del tiempo. La muerte sigue ahí, llamando a la puerta de todas las generaciones, pero cada vez más a la nuestra. Es ley de muerte, que no de vida. Caen bombas cerca en la guerra constante contra el tiempo, por temporadas, caen tan cerca que volvemos a ser conscientes de que seguimos luchando. Ver sufrir a amigos por pérdidas injustificables y volver a ser conscientes de las pérdidas que nos han llenado de pena tantas veces ya. Parece un silogismo cruel, pero con la muerte cercana se hace más patente la........

© La Opinión de Murcia


Get it on Google Play