1 de enero de 2024. Salto de la cama temprano para ver amanecer (las nocheviejas ya no son lo que eran) y darme de bruces con el nuevo año. Para recibir a «la Aurora temprana de dedos de rosa», que diría Homero, y que empieza a iluminar el perfil de la Sierra de la Pila. No es un día cualquiera, me digo, pero también puedo entender que algunos piensen que lo es. El aire tiene hoy para mí algo especial. Es como si viniera cargado de «un frescor de transparencia» (esto se lo robo a Jorge Guillén), como si suspendidos en él cruzáramos otro Rubicón (nunca son muchos). Parafraseo la canción de Serrat planteándome que este puede ser un gran año, y que «aprovecharlo o que pase de largo depende en parte de mí». Luego desayuno leyendo la prensa digital. Nada nuevo, sino que son muchos los retos que quedan por afrontar, muchas las injusticias por combatir, muchas las guerras por desactivar. Constato que, como en mi caso, fue una noche de abrazos y buenos deseos para la mayoría. O que una minoría se ensañó ante la sede del PSOE en Ferraz con un muñeco colgado que representaba al presidente del Gobierno. El año nuevo es para todos, pero para algunos parece que viene con los mismos ‘cuelgues’.

QOSHE - 'Noche de abrazos', por Antonio Balsalobre - Antonio Balsalobre
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'Noche de abrazos', por Antonio Balsalobre

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04.01.2024

1 de enero de 2024. Salto de la cama temprano para ver amanecer (las nocheviejas ya no son lo que eran) y darme de bruces con el nuevo año. Para recibir a «la Aurora temprana de dedos de rosa», que diría Homero, y que empieza a iluminar el perfil de la Sierra de la Pila. No es un día cualquiera, me........

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