Cuatro meses después de llegar al cargo, el alcalde Germán Casagua parece que no pone en práctica la experiencia de sus tres períodos en el Concejo de Neiva. Como primer mandatario luce apático, distante, esquivo con el grueso de concejales, así los invite y los rete en redes sociales a hacer mercado en Mercaneiva.

Casagua- así diga lo contrario- no tiene totalmente garantizada la gobernabilidad en el Concejo y parece que su padre, Germán Casagua, o ya no lo aconseja o se le olvidó su habilidoso pasado cuando fue concejal.

Juan Diego Amaya, su amigo y presidente del Concejo, se le salió de las manos. El joven cabildante tiene claro que, si quiere seguir labrando un futuro político, lo mejor es hacerle oposición a un mandatario que llegó al poder por señalar a Gorky Muñoz, pero quien no demuestra una ruta clara de gobierno. Si están molestos es por algo y solo ellos lo saben.

Ojalá algún día en Neiva conozcamos qué se mueve bajo las alcantarillas. Casagua- recuerden- ayudó en la elección de Amaya a la Presidencia del Concejo en contraprestación porque el hoy concejal empujó su candidatura a la Alcaldía.

Humberto Perdomo, Héctor Javier Osorio, Lourdes Mateus están en oposición. La última ya le mostró los dientes, pese a que se aliaron y se atravesaron a Gorky Muñoz. Esta cifra de concejales en oposición es poca, pero ojo: Casagua está a punto de perder dos de sus fichas clave: Yamid Sanabria, quien perdería la curul porque su hermano fue jefe de Talento Humano de la Usco, y Abel Mendoza, el famoso contador de fajos de billetes.

Si pierde esas dos fichas, Casagua tendría que lanzar su red a los independientes, un sector que está estallado y puede ir y venir al gobierno cuando se le antoje. Sebastián Camacho, por ejemplo, es independiente, pero ejerce más de opositor.

Los independientes- seguramente- podrán votar los proyectos de Casagua, pero no lo defenderán. Al fin y al cabo, ni siquiera los concejales de gobierno (Juan Carlos Parada, Camilo Perdomo, Félix Trujillo, Johan Steed y Miller Osorio) han salido a defender su primer trimestre.

El Alcalde quiere gobernar solo y no quiere repartir la torta. Por mí, fantástico, pero que no le ocurra lo de Iván Duque, que se le olvidó cómo funciona el sistema político y terminó fracasado en sus primeros dos años.

El problema para Casagua es que vienen proyectos grandes y necesita paz política: la reestructuración del Municipio, un endeudamiento (pese a que dijo en campaña que no lo haría) y el proyecto que pretende cobrar a los neivanos un impuesto para seguridad del 2 por ciento.

Ojalá lo examinen con lupa y lo más importante que no les mientan a los ciudadanos diciendo que con estos recursos bajarán las extorsiones, robos y explosiones. Si es tan bueno el proyecto, ¿por qué no lo llevan al Cauca?

Casagua debería aprenderle a Rodrigo Villalba. Tiene, lastimosamente, a todos los diputados mudos en la Asamblea. Nadie habla de lo malo del gobierno.

Conclusión, en los primeros 100 días, el Alcalde nos demostró que es un gran presentador y buen bailarín. Le falta que nos demuestre- confío en que así sea- que es un buen gobernante.