Junto a la grave crisis de violaciones a los derechos humanos que se vive en México, las ofrendas del Día de Muertos han salido de las casas y panteones. Las mujeres exigen que paren de asesinar a 12 de ellas todos los días; el gremio periodístico pide que su oficio no cobre más vidas; los migrantes ponen velas por sus compañeros, mientras defensores y defensoras siguen sumando nombres a sus listas de desaparecidos y asesinados.

Un informe de Educa Oaxaca, organización de derechos humanos y defensa del territorio, advierte que en los últimos cinco años se han registrado 200 ataques contra personas defensoras, entre desapariciones, homicidios y ejecuciones extrajudiciales. Las cifras son espeluznantes: 176 fueron asesinadas, 20 permanecen como desaparecidas y sólo cuatro aparecieron con vida. Todas tienen nombre e historia.

La estrategia fallida de seguridad no empezó en este sexenio, pero tampoco mejoró, siendo las personas defensoras de comunidades las que corren mayor riesgo. Educa sostiene que la violencia contra personas defensoras se agrava en contextos de inversión y megaproyectos en el país, principalmente por minería, siendo Oaxaca la entidad con mayor número de asesinatos: 41 personas de diciembre de 2018 a octubre de 2023, seguida de Guerrero con 29, Michoacán 18 y Chiapas con 14 casos.

sólo en el Istmo de Tehuantepec, se han registrado 46 de los 54 ataques de hostigamiento, criminalización, agresiones físicas y asesinatos de la entidad. ¿Quiénes son los agresores? Autoridades estatales en 44 por ciento de los casos, 22 por ciento las autoridades federales y la Marina y Guardia Nacional son denunciados principalmente en el Istmo, en el marco del proyecto de desarrollo del Istmo de Tehuantepec, de acuerdo con al reporte de Educa que ha sistematizado los datos desde diciembre de 2018.

Todos sus Nombres, Todas sus luchas es el nombre de la campaña para no olvidar y seguir exigiendo justicia. No más fotos de personas defensoras asesinadas en los altares de Día de Muertos; no más mujeres víctimas de feminicidio; ni un periodista y ni un solo migrante más. Porque vivir es un derecho.

Desinformemonos.org