El primer mes del año todavía no termina pero el presidente Lula da Silva ya lanzó anuncios destinados a animar al sector industrial y, por rebote, a la economía.

Se trata de un proyecto bautizado como “nueva política industrial” y que fue elaborado en el segundo semestre del año pasado por los integrantes del Consejo Nacional de Desarrollo Industrial, del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, y varias entidades de la sociedad civil, del sector productivo y también de trabajadores.

La propuesta, fuertemente abrazada por Lula, tiene como objetivo colocar el poder público estimulando el desarrollo, ofreciendo líneas de crédito, subsidios y la exigencia de contenido local para fomentar a las empresas nacionales.

El plan, que establece diversas marcas y directrices, se llama Nueva Industria Brasil.

Los sectores beneficiados serán la agroindustria, el complejo industrial de salud, infraestructura –con especial interés en salud, vivienda y movilidad–, transformación digital, bioeconomía y, en un gesto hacia los militares, tecnología de defensa.

Esta “nueva política industrial” será presentada mañana a Lula oficialmente. Su contenido, en todo caso, ya fue ampliamente divulgado y llegó a los medios de comunicación.

En el centro de la propuesta está la idea de que las empresas nacionales sean consideradas con líneas de crédito en “condiciones favorables”, para que participen en obras del llamado Nuevo Programa de Aceleración del Crecimiento, y también contratos de compras por parte del gobierno.

Cabe recordar que uno de los sectores beneficiados –precisamente el agronegocio– es muy cercano al bolsonarismo, el movimiento que tiene como líder y foco central al desequilibrado Jair Bolsonaro.

Se trata de un sector esencial para la economía brasileña. Personas cercanas a Lula recuerdan que un “contingente mínimo” se mantiene cercano al ex mandatario, aunque la inmensa mayoría tiene lucidez suficiente para entender que el escenario cambió de manera radical y que el actual presidente siempre defendió el aumento de la producción de alimentos.

Otro punto sobresaliente del plan se encuentra en el sector salud. La meta establecida determina que dentro de 10 años el país esté produciendo 70 por ciento de todas sus necesidades de medicamentos, vacunas, equipos, insumos y tecnologías.

Actualmente, la producción cubre poco más de 40 por ciento.

Esas y otras tantas propuestas incluidas en el proyecto presentado tienen como objetivo central y evidente crear certezas en un escenario de dudas acerca de los rumbos que la economía brasileña podrá tomar.

Los buenos resultados alcanzados el año pasado sorprendieron tanto al llamado mercado financiero como a sectores del mismo gobierno, pero no fueron suficientes para disipar los nubarrones sobre el escenario actual, todavía lleno de incertidumbres.

Vale reiterar, una vez más, que este año habrá elecciones municipales y que el escenario económico –así como las expectativas– tendrá un peso específico. En las municipales de 2018, con Bolsonaro en pleno ascenso, el PT de Lula logró elegir solamente 182 de 5 mil 565 alcaldes.

Lula está personalmente determinado a alcanzar un cambio radical en ese escenario, empezando por São Paulo y Río de Janeiro, donde respaldará a candidatos aliados sin presentar postulante vinculado con el PT. Y mejor que nadie, él sabe que la economía tendrá un valor decisivo a la hora de votar.

QOSHE - Brasil y el estímulo a la economía - Eric Nepomuceno
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Brasil y el estímulo a la economía

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21.01.2024

El primer mes del año todavía no termina pero el presidente Lula da Silva ya lanzó anuncios destinados a animar al sector industrial y, por rebote, a la economía.

Se trata de un proyecto bautizado como “nueva política industrial” y que fue elaborado en el segundo semestre del año pasado por los integrantes del Consejo Nacional de Desarrollo Industrial, del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, y varias entidades de la sociedad civil, del sector productivo y también de trabajadores.

La propuesta, fuertemente abrazada por Lula, tiene como objetivo colocar el poder público estimulando el desarrollo, ofreciendo líneas de crédito, subsidios y la exigencia de contenido local para fomentar a las empresas nacionales.

El plan, que establece diversas marcas y directrices, se llama Nueva Industria Brasil.

Los sectores beneficiados........

© La Jornada


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