"Si les trabajadores no pueden acceder a la vivienda con sus salarios, la sociedad se rompe"
La Fundación Cipriano García de Catalunya ha presentado el informe El acceso a la vivienda en Cataluña. Un problema de clase. Desde diversas miradas y enfoques del problema de la vivienda, las autoras -Irene Galí y Mariña Couceiro- defienden que «más allá de las características y dinámicas propias de cada territorio, así como del crecimiento o estallido de una burbuja inmobiliaria u otra, el problema del acceso a la vivienda es, esencialmente, un problema de clase social». Analizamos el informe en conversación con Irene Galí.
¿Cómo razonan que el acceso a la vivienda sea un problema de clase?
El acceso a la vivienda ha sido siempre un problema de clase. No es que antes la clase trabajadora pudiera acceder de forma fácil y rápida a la vivienda, siempre ha costado esfuerzo, pero ahora los salarios de la clase trabajadora han dejado de proporcionar a la gente trabajadora la capacidad de acceso a la vivienda. O sea, con un salario normal ya no puedes acceder a la vivienda. Y en este contexto es cuando las herencias y la situación socioeconómica de la familia de origen adquieren un protagonismo que hasta ahora no era tan grande. Tener trabajo o incluso uno bien remunerado ya no es garantía de que puedas acceder a la vivienda. Tu proyecto de vida se ve muy condicionado por la capacidad de tu familia de pasarte en herencia una vivienda o capital suficiente para comprarla.
Explican que entre 2014 y 2024 los precios de los pisos y del alquiler se han disparado. Un 40% el precio de los pisos y un 56,5% el alquiler. ¿Cómo es que han crecido tanto?
El precio de la vivienda y el precio de alquiler son dos dinámicas que se retroalimentan. A partir del año 2008, momento en que se derrumba dramáticamente el sector de la construcción, se frena, se para de construir en seco. La disminución en el volumen de construcción casi de un año para otro es de más del 95%. Paralelamente a la disminución de la oferta de nueva vivienda, las entidades bancarias han estado durante muchos años, todos los de la recesión económica y también después ya con la recuperación, con unas barreras al acceso al crédito hipotecario que han hecho que muchas familias trabajadoras que antes sí hubieran podido optar a conseguir financiación para una vivienda en propiedad, ahora no han podido hacerlo. Por tanto, han pasado al mercado de alquiler, en un momento, además, de gran crecimiento poblacional. Esto ha hecho crecer muchísimo la demanda en el mercado de alquiler y ha presionado los precios al alza.
No podemos obviar tampoco el papel que han tenido los inversores inmobiliarios y los fondos buitre que aprovecharon esta recesión económica y una legislación fiscal hecha a medida para aterrizar en nuestro país y aprovechar este momento de gran crisis económica para hacerse con un volumen de vivienda muy grande con el que después han estado especulando y calentando el precio de la vivienda. Lo que nos dicen los datos es que actualmente el precio de la vivienda de compraventa no lo están calentando los hogares. No son las familias las que están calentando este mercado, sino que son inversores inmobiliarios que adquieren estas viviendas en muchas ocasiones al contado.
"Construir sí, pero no de cualquier modo, de forma ordenada, de manera regulada, y complementarlo con medidas sociales", explica Galí.
En 2005, el porcentaje de hogares en propiedad era del 81%. El año pasado había caído al 67%. Comprar un piso para la gente sencilla es muy difícil.
Queda lejos de las opciones o posibilidades de la clase trabajadora, pero no queda lejos de sus aspiraciones. Es decir, lo que nos dicen las encuestas es que a día de hoy todavía un 82% de la gente que vive en hogares de alquiler desearía adquirir una vivienda en propiedad. Por tanto, menos de un 20% de la gente que vive de alquiler cree que es la opción que más se adapta a su proyecto de vida o la que más le conviene. Es gente que quisiera salir de aquí.
Se está produciendo un cambio de paradigma que, en cierto modo, nos está acercando a los porcentajes de población que viven de alquiler en muchos países de Europa, pero no es un cambio de paradigma que se esté produciendo por voluntad propia de los hogares, sino que se está produciendo un poco a regañadientes. Son hogares que no pueden acceder al mercado de compraventa y esto también hace que los precios de la vivienda de alquiler sigan aumentando.
Señalan que la solución no es construir más viviendas.
Aquí quisiera hacer un matiz. Nosotros no decimos que no deban construirse viviendas. No negamos que sea necesario pero sí es cierto que hay un parque de vivienda muy grande en Catalunya. En el informe decimos que alcanzamos 0,5 viviendas por persona. Viviendas las habría. Lo que ocurre es que están distribuidas en todo el territorio de manera desigual y que además una parte se dedican a usos no residenciales como el alquiler turístico. Por tanto, sí que seguramente tiene que construirse pero con lo que no estamos de acuerdo es con que se plantee como una dicotomía entre construir y regular el mercado.
Nosotros decimos que deben hacerse ambas cosas, y más en un momento con una crisis tan grande como la que tenemos encima. No estamos en condiciones de rechazar ninguna medida que vaya a afrontar este problema y a intentar solucionarlo de la mejor manera posible. Construir sí, pero no de cualquier modo, de forma ordenada, de forma regulada, y sobre todo complementar esta construcción con otros tipos de medidas que ayuden a que esta situación no se vuelva a repetir.
Ha hablado de especulación. ¿Quién y cómo especula con la vivienda y cómo evitar esta especulación?
Toda la especulación que se ha producido, y se ha producido mucha durante los años de la recesión económica y también ya en el período de recuperación económica a partir de 2014-2015, ha sido en gran parte porque debido al gran hundimiento del sector económico de la construcción que arrastró a la economía entera, se creó una legislación a la medida de los fondos buitre, de los grandes inversores inmobiliarios. ¿Qué decía esta legislación? Que podían realizar operaciones inmobiliarias casi con impuestos........





















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