El triunfo de Alejandro Eder tiene un enorme valor simbólico, diferente del de Galán en Bogotá.

El nuevo Alcalde de Bogotá derrotó directamente al Petrismo. Ha quedado bien claro y así lo confirman las declaraciones de Gustavo Bolívar, quien reconoce que el Presidente interfirió el proceso electoral en su favor. También alega que Claudia López lo hizo en favor de Galán. Ya no hay para qué recordar que la Procuraduría tiene algún papel en estas materias, que no ejerce.

Ese no fue el caso de Cali, no obstante las afinidades del alcalde saliente con el presidente Petro. En Cali ocurrió algo mucho más significativo. Un candidato que no podía ni tenía interés en ocultar su origen empresarial, ni su condición social y económica, logró derrotar la confrontación retórica contra los empresarios y la odiosa división entre ricos y pobres. La candidatura de Alejandro Eder era muy improbable en la perspectiva de un éxito electoral. Y así iba quedando claro a lo largo de la campaña.

Su campaña es un ejemplo muy valioso de persistencia, de confianza en sí mismo, de una correcta apreciación de la ciudadanía caleña. Contó además con un gesto civilizado y muy meritorio, el de su competidora Diana Rojas, quien tomó la acertada decisión de renunciar a su candidatura y apoyar la de Alejandro Eder. Gesto que fue seguido por el exministro de Justicia Wilson Ruiz, un ejemplo de responsabilidad política que ha debido ser adoptado por otros candidatos en otras circunscripciones. Diana Rojas merece ser exaltada una y otra vez porque demostró tener coraje y gran visión política. Ella es una ganadora.

La consigna ‘Revivamos’ es posible que no les diga mucho a quienes no han vivido en Cali. Era muy apropiada. Es que esta ciudad, capital del Valle del Cauca, llegó a ser modelo en muchos aspectos. Su comportamiento cívico, sus universidades, la Fundación para la Educación Superior (FES), sus empresas, fueron ejemplos envidiables. Infortunadamente, la ciudad fue duramente azotada por eventos muy fuertes. La explosión de unos camiones cargados de explosivos durante el gobierno de Rojas Pinilla, la creación de uno de los carteles de las drogas ilícitas más poderosos en el mundo.

La manera como esta organización criminal infiltró y contaminó instituciones claves, la actitud negacionista posterior a la muerte de Pablo, cuando Cali era ya el principal objetivo estratégico de la lucha contra las drogas ilícitas, situación que se hizo más crítica con la financiación de la campaña presidencial de 1994. Los secuestros masivos, el asesinato por parte de las Farc de los Diputados. No hay para qué seguir. Con razón, el candidato Eder utilizó esta consigna, ‘Revivamos’, para sintetizar así el significado de su campaña y de su eventual triunfo.

Alejandro Eder tiene una tarea descomunal. Revivir la ciudad que fue un modelo en tantas dimensiones y mostrar que la retórica discriminatoria y de promoción de odios y descalificaciones no tiene sentido. Tiene que demostrar que una Cali unida, con la fe y esperanza que este triunfo electoral le ha dado, puede convertirse en un ejemplo para una Colombia que tendremos que revivir. Inmenso compromiso que tiene en los antecedentes que sirvieron de respuesta a las brutales manifestaciones que bloquearon esa ciudad y que dieron lugar, por fortuna, a una actitud muy constructiva y visionaria de un grupo de empresarios. Dificilísima tarea. Formidable oportunidad.

*Exministro de Estado

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Reviviendo

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06.11.2023

El triunfo de Alejandro Eder tiene un enorme valor simbólico, diferente del de Galán en Bogotá.

El nuevo Alcalde de Bogotá derrotó directamente al Petrismo. Ha quedado bien claro y así lo confirman las declaraciones de Gustavo Bolívar, quien reconoce que el Presidente interfirió el proceso electoral en su favor. También alega que Claudia López lo hizo en favor de Galán. Ya no hay para qué recordar que la Procuraduría tiene algún papel en estas materias, que no ejerce.

Ese no fue el caso de Cali, no obstante las afinidades del alcalde saliente con el presidente Petro. En Cali ocurrió algo mucho más significativo. Un candidato que no podía ni tenía interés en ocultar su origen empresarial, ni su condición social y económica, logró derrotar la confrontación retórica contra los empresarios y la odiosa división entre ricos y pobres. La candidatura de Alejandro........

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