De las elecciones quiero destacar el espíritu crítico de los colombianos. Hace más de un año votaron por Gustavo Petro como Presidente y ahora con el voto castigaron la falta de rumbo y de ejecución de su gobierno. Votaron en contra, y tratando de que el Gobierno se dé cuenta de que no va bien.
Es sencillo identificar que los colombianos están preocupados con el creciente costo de vida, afectado por el precio de los combustibles, la tributaria, y ahora, el impuesto sobre los alimentos considerados no saludables. Hay, sin lugar a dudas, miedo creciente por los escenarios de inseguridad que estamos volviendo a ver. Retenes ilegales, secuestros, control territorial, amenazas y demasiada extorsión. Hay ,también, preocupaciones en torno a sus propuestas, todas inician con destruir algo para -según dicen- construir sobre la ruina algo mejor. En un país donde cuesta tanto hacer es una apuesta que no gusta.
Creo que el Gobierno debería interpretar que es mejor construir sobre lo construido; necesitamos autoridad y no políticas que premien la violencia, y que recursos públicos en subsidios de la gasolina son necesarios, y que debe racionalizar los cobros de impuestos. Los colombianos no dan más.
Al Gobierno le fue mal. Pacto histórico tuvo aval del Pacto para 13 candidatos propios y 3 más coavalados a Gobernaciones. Solo ganaron dos: Nariño y Amazonas. Sin embargo, la mayor derrota fue Bogotá, Cali, Medellín y Villavicencio. En las tres ultimas tenían alcalde de esa línea y prometían tener aún fuerza. Medellín rechazó a Quintero, Fico fue elegido con el 73% de los votos. Cali votó contra la izquierda y eligió a Alejandro Eder con el 40% de los votos. En Villavicencio, se despidieron de Harman cuya candidata quedó de tercera con el 17,5%.
El presidente Petro que obtuvo más de 2 millones de votos en la segunda vuelta presidencial en Bogotá quedó reducido a menos de 570 mil votos con Gustavo Bolívar. Ganó Galán con 1,6 millones de votos con un discurso que mantenía el metro cómo está contratado. En segundo lugar quedó Oviedo también muy lejano al Pacto. Lo cierto es que además de las calidades innegables de los candidatos, la ciudadanía no quería que Bolivar tuviera opción, eso movilizó muchos votos. El plebiscito por el Metro que anunció el Presidente Petro se hizo y también lo perdió. En Bogotá el Centro Democrático creció: logramos pasar de 5 concejales a 7 con más de 358 mil votos.
Nuestro partido, el Centro Democrático obtuvo 9 gobernaciones, ganamos Antioquia, Arauca, Bolívar, Meta, Risaralda, San Andrés, Santander, Sucre y Tolima.
Aunque con la presión armada del ELN en la elección de Arauca habrá seguramente un robo. Obtuvimos más de 91 alcaldías municipales, entre las que resalto capitales como Ibagué, Medellín, Manizales, Villavicencio, Providencia y Bucaramanga. Me alegra destacar a las mujeres que gobernarán en el Tolima Adriana Matiz, en Meta Rafaela Cortés y Sucre con Lucy García, y nuestra alcaldesa Johana Aranda en Ibagué.
Hubo algunos candidatos que no lo lograron, pero su trabajo fue extraordinario. Claudia Margarita Zuleta se disputó la gobernación de Cesar contra la clase política, y logró el 35% de los votos con más de 183 mil votos. Marisela Duarte logró 85 mil votos en Casanare con el 38% de los votos. Nancy Patricia Gutiérrez, nuestra ex ministra, también quedó de segunda en la gobernación de Cundinamarca. El General Mora, en Norte de Santander hizo un gran trabajo con más de 115 mil votos, aunque quedó de tercero.
Hay mucho que aprender de estas elecciones pero creo que hay que celebrar más que las victorias, la actitud de los colombianos que preocupados de su destino participaron y recompusieron el rumbo. Aquí seguiremos agradecidos por el respaldo y comprometidos con trabajar por una Colombia más grande y más justa.
*Senadora
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Firmes por nuestro futuro
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07.11.2023
De las elecciones quiero destacar el espíritu crítico de los colombianos. Hace más de un año votaron por Gustavo Petro como Presidente y ahora con el voto castigaron la falta de rumbo y de ejecución de su gobierno. Votaron en contra, y tratando de que el Gobierno se dé cuenta de que no va bien.
Es sencillo identificar que los colombianos están preocupados con el creciente costo de vida, afectado por el precio de los combustibles, la tributaria, y ahora, el impuesto sobre los alimentos considerados no saludables. Hay, sin lugar a dudas, miedo creciente por los escenarios de inseguridad que estamos volviendo a ver. Retenes ilegales, secuestros, control territorial, amenazas y demasiada extorsión. Hay ,también, preocupaciones en torno a sus propuestas, todas inician con destruir algo para -según dicen- construir sobre la ruina algo mejor. En un país donde cuesta tanto hacer es una apuesta que no gusta.
Creo que el Gobierno debería interpretar que es mejor construir sobre........
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