Las historias que más nos gustan y nos sorprenden son las que recuerdan a las que ya conocemos y estamos en vísperas de contemplar una versión del cuento de Cenicienta o de David y Goliat, juzguen ustedes.

Con el objeto de aprender algo nuevo y entender la locura que despierta en Estados Unidos, he seguido toda la temporada regular de la NFL (lo que ha afectado a la templanza de Sarah, a quien aún consigo sorprender con mis rarezas). Primero me tragué todos los resúmenes de cada encuentro hasta completar las 18 jornadas en las que percibí los avances y descalabros de los equipos, pues unos empiezan fuertes y se deshinchan y otros, que parecen no terminar de arrancar, engranan y se vuelven temibles. Después, a modo de examen, me hice una quiniela de la ronda de comodines (eliminatoria a un partido en la que los "mejores peores" disfrutan una especie de repesca contra los campeones de cada grupo y de la que el mejor de cada conferencia está excluido). Suspenso.

En el fin de semana divisional aprobé acertando la mayoría de los 8 equipos enfrentados, del que salieron las 2 parejas que jugarían las finales de Conferencia. Por último, acerté los Campeones de conferencia que se han citado para la LVIII Super Bowl, en la que se verán las caras el equipo más destacado de esta temporada, los San Francisco 49ers, y los vigentes campeones, los Kansas City Chiefs. En teoría una final muy igualada, pero una final es una final, sobre todo si en América también el fútbol es fútbol…

Si en este juego hay una figura icónica, ésta es la del quarterback: el mariscal de campo que canta la jugada que toca a cada momento y que ejecuta el pase que la habilita. En las finales del 2020 y 2023, que ganaron los Chiefs, fue decisivo Patrick Mahomes, elegido MVP; un talento capaz de sacarse de la chistera pases imposibles para el resto de los mortales. Pero este año la progresión espectacular de los 49ers ha venido de la mano de un tal Brock Purdy (la Cenicienta en esta historia), quien en el ‘draft’ del 2022 fue el último jugador en ser elegido, ocupando el humillante puesto 262, número que se inscribió en la camiseta que le acreditó como el "Señor Irrelevante" de la temporada. Los de San Francisco le habían fichado para ocupar el banquillo como tercer ‘quarterback’, que es como ser el tercer portero, por lo que no estaba destinado a debutar como profesional. Sin embargo, la temporada pasada, trajo la lesión sucesiva del titular y su suplente, lo que obligó a los 49ers a alinear a Purdy contra todo pronóstico, mientras buscaban otra solución. Jugó 7 partidos impresionantes que revolucionaron la grada con el sueño de un David de disparo implacable, llevando al equipo hasta la final de Conferencia, donde acabó abruptamente el relato con una rotura muy fea del codo desde el que salían volando sus pases. Parecía que su carrera había terminado tan rápidamente como empezara.

Nada más lejos de la realidad. Los 49ers vieron algo en él que ahora vemos también nosotros y, tras su recuperación, despidieron a sus ‘quarterbacks’ para darle al novato la dirección de una orquesta de superestrellas. Con todo, la temporada no comenzó muy bien y justo cuando los más nerviosos ya decían aquello de "como experimento ya ha sido suficiente", se consolidó el juego y se armó un equipo que ha venido ganando con autoridad casi todos sus duelos.

Por ponerles un símil que nos permita contemplar mejor la escena: es como si de entre todos los jugadores que en una temporada se incorporan a primera división, cogiéramos al de ficha más baja (entendiendo con ello que es el peor valorado) y sentáramos a Modrić para darle las riendas del Real Madrid.

El 11 de febrero (La madrugada del día 12, en España), se dará fin al cuento y veremos si la estrella consagrada de Mahomes se ve eclipsada por la del ceniciento Purdy, uno de los tipos que menos cobra de toda la NFL (su salario es 5 veces inferior al de su actual suplente y 50 veces inferior al de Mahomes) y eso a pesar de que esta temporada lidera todas las estadísticas de rendimiento, colocándole en números de leyenda.

Yo ya veo la película en ciernes. Ustedes pueden esperar hasta el estreno, pero si (como yo) tienen curiosidad por saber el final antes que nadie, tenemos una cita esta próxima Super Bowl y, francamente, lo siento por Taylor Swift cuyo novio, el gigante Travis Kelce, juega de ala cerrada para los Chiefs, pero yo voy a apostar por el final heroico que cierre esta película por todo lo alto: el balón oval no se tornará calabaza.

Ricardo Díez Pellejero es ingeniero y poeta

QOSHE - Super Bowl de cuento - Ricardo Díez Pellejero
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Super Bowl de cuento

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07.02.2024

Las historias que más nos gustan y nos sorprenden son las que recuerdan a las que ya conocemos y estamos en vísperas de contemplar una versión del cuento de Cenicienta o de David y Goliat, juzguen ustedes.

Con el objeto de aprender algo nuevo y entender la locura que despierta en Estados Unidos, he seguido toda la temporada regular de la NFL (lo que ha afectado a la templanza de Sarah, a quien aún consigo sorprender con mis rarezas). Primero me tragué todos los resúmenes de cada encuentro hasta completar las 18 jornadas en las que percibí los avances y descalabros de los equipos, pues unos empiezan fuertes y se deshinchan y otros, que parecen no terminar de arrancar, engranan y se vuelven temibles. Después, a modo de examen, me hice una quiniela de la ronda de comodines (eliminatoria a un partido en la que los "mejores peores" disfrutan una especie de repesca contra los campeones de cada grupo y de la que el mejor de cada conferencia está excluido). Suspenso.

En el fin de semana divisional aprobé acertando la mayoría de los 8 equipos enfrentados, del que salieron las 2 parejas que jugarían las finales de Conferencia. Por último,........

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