El cierzo, dicen, ni madruga ni trasnocha, pero esta noche no para de aullar como una bestia furiosa. Araña los cristales de las ventanas, arranca una sábana de un tendedor y la hace volar fantasmalmente por encima de los tejados, vuelca contenedores, tira macetas, zarandea los árboles de las plazas y se cuela en los sueños y los enturbia.

Son las cuatro y estoy preparándome un té negro bien cargado. El té es mi psicólogo.

Abro mi libreta de apuntes. Leo: "El barrio obrero transmite una sensación de irrealidad que no transmiten otros barrios en apariencia más propensos a la irrealidad". Sigo leyendo: "La crudeza de la luz en las mañanas de invierno revela las grietas, los costurones y los descosidos del barrio".

¿Con qué sueñan mis nuevos vecinos?, me pregunto mientras me tomo el té con la nariz pegada a la ventana de la cocina. ¿Tienen sueños baratos? ¿Pesadillas de clase media venida a menos? ¿Domina el capitalismo sus sueños, como domina sus vidas?

Hay barrios que vuelven angustiosos los temperamentos más apacibles, y al revés, hay barrios que vuelven apacibles los temperamentos más angustiosos.

El cierzo sopla con la misma ferocidad en todos los barrios, pero en el barrio obrero sus aullidos resultan más perturbadores. Aquí no hay edificios suntuosos ni avenidas solemnes que desafíen el paso del tiempo. Aquí la provisionalidad de la vida se refleja en las construcciones cariadas y en el maltratado asfalto de las calles. Aquí las noches son más largas y más oscuras que en los barrios donde viven los dueños de la ciudad. Por eso en el barrio obrero, las noches en las sopla el cierzo, nadie duerme tranquilo.

QOSHE - Bestia - Julio José Ordovás
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Bestia

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22.12.2023

El cierzo, dicen, ni madruga ni trasnocha, pero esta noche no para de aullar como una bestia furiosa. Araña los cristales de las ventanas, arranca una sábana de un tendedor y la hace volar fantasmalmente por encima de los tejados, vuelca contenedores, tira macetas, zarandea los árboles de las plazas y se cuela en los sueños y los enturbia.

Son las cuatro y estoy preparándome un té negro bien cargado. El té es mi........

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