A quien esto escribe, y a cada vez más gente, nos preocupa la deriva demográfica que ha tomado España desde hace ya bastantes años. Una España con una de las mortalidades más bajas del mundo, pero con la fecundidad por los suelos.

Año tras año los alumbramientos caen en picado: en 2023 solo nacieron 322.075 bebés, la cifra más baja desde 1941. Mientras, la edad a las que las mujeres tienen su primer hijo es cada vez más tardía: en 2022 alcanzaba ya los 31,57 años de media, 6 años más que en 1975, cuando comenzó el registro, pues en ese momento las mujeres eran madres por primera vez a los 25,25.

Pero no se trata sólo de la fecundidad, también la nupcialidad que ha caído y la divorcialidad que se ha disparado. También la fertilidad (capacidad de tener hijos) está en caída libre. «Cada vez vienen a nuestras consultas más mujeres con una edad mayor, con un rango de entre 35 y 40 años», asegura Dolors Manau, médico de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), que también señala cómo las clínicas que se dedican a la reproducción humana se han adaptado a esta realidad y reclamó que el sistema sanitario debe hacer lo mismo.

El 11% de los niños que nacen en España lo hacen a través de técnicas de reproducción asistida, datos que las autoridades deberían tener en cuenta a la hora de abordar las políticas que tienen que ver con la baja natalidad y el reto demográfico. Es más, según los datos del registro de actividad de la SEF, en 2021 —los últimos disponibles— nacieron en España 40.638 bebés mediante estos tratamientos, mientras que en 2014 nacieron 33.934 bebés mediante estas técnicas, un número que fue creciendo progresivamente hasta los 37.428 de 2019, antes de la pandemia.

La SEF insistió en el Senado en la necesidad de colaboración pro natalista entre el sistema público y el privado. Las listas de espera cuando se habla de mujeres en edad de quedarse embarazadas, no pueden ser de mucho tiempo, pues según la SEF, «en los centros públicos tenemos muchas veces listas de esperas perjudiciales», lo que provoca que cuando les llega el turno algunas mujeres ya no tienen edad para concebir. Se estima que en España hay 200.000 parejas aguardando un tratamiento para ser padres. En este sentido, el doctor Joaquín Llácer, también experto en fertilidad, hace hincapié en la necesidad de esa colaboración para que estos tratamientos lleguen a todos aquellos que los necesitan, sin que terminen «exhaustos económica y emocionalmente».

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