«Buenos días, mi reina. ¿Ha descansado bien? Y yo me alegro». Así saludaba Paco Rabal a diario a la plaza de toros de la Maestranza de Sevilla, desde el otro lado del río Guadalquivir, en la histórica serie 'Juncal' creada por el recientemente fallecido Jaime de Armiñán. Una obra maestra, la ficción más realista hecha del mundo del toro.

El creador se ha ido pero quedará para siempre su obra. Y cada uno elige cómo quiere ser recordado después de lo que se haya podido aportar en vida. Ya lo dijo Pedro Sánchez en un homenaje a Almudena Grandes, «una de las cosas por las que pasaré a la historia es por haber exhumado al dictador». Cada uno se reivindica como quiere.

Vivimos en una continua venta de «nuestro libro», las redes sociales nos llevan muchas veces a hacer el ridículo sin que nos importe nada. Todo por la suma de visualizaciones. Todo por el ego. Ninguna persona con dos dedos de frente encuentra satisfacción en la exposición permanente de parte de nuestras vidas pero se ha comprobado que es una buena herramienta en lo profesional. En la clase política lo saben bien y en muchas ocasiones las agendas se completan dependiendo de lo 'instagrameable' que pueda llegar a ser un acto. El presidente del Gobierno lleva la delantera en este ámbito. Después de un Mariano Rajoy que se viralizaba de manera involuntaria por sus históricas frases parlamentarias ha llegado un presidente con un amor por sí mismo que no cabe en la Moncloa, de unas veinte hectáreas de extensión.

Siempre se supera. Siempre encuentra una nueva puesta en escena con altas cuotas de autoestima y filibusterismo. La última ha sido volver al lugar de la mayor producción audiovisual puesta en marcha por un ejecutivo como fue la exhumación del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, rebautizado como el Valle de Cuelgamuros. Una veintena de cámaras de televisión se pusieron a disposición del gobierno para hacer la mejor retransmisión. Y que no se perdiera ni un voto por el camino. Ahora Pedro Sánchez ha vuelto al valle, alguna carencia sentirá en Moncloa para colocarse estratégicamente detrás de unas mesas repletas de huesos y cráneos vestido como los de la serie de CSI. Sin rubor, sin resquicio de sensibilidad, incapaz de pensar que tal vez, por respeto a todos los familiares de aquellos que sufrieron la crudeza de la guerra y una dictadura, no es la propaganda más acertada. Han sido los familiares quienes han pedido respeto al presidente.

Me recordó aquel otro esperpento que organizaron cuando aún llevábamos mascarillas. Se destruyeron más de 1.300 armas que habían pertenecido a ETA. El gobierno las esparció por el suelo y una apisonadora las iba destruyendo de una manera literal y metafórica. Seis ministros, todos del PSOE, acompañaron a Sánchez pero ninguno de los ex presidentes del gobierno quisieron estar, ninguno de los que había sufrido el terrorismo y habían luchado contra la banda hasta su disolución.

Me temo que la sociedad está ya muy lejos del día a día de nuestra clase política. A cada uno le preocupa tener su nómina abonada a final de mes, una salud en orden y que vayan llegando esos planes que anotamos en el calendario para una ansiada cuenta atrás permanente. Poco más. Dudo que la gente se entere de que Pere Aragonés dijo hace unos días que iba al Senado a defender la ley de Amnistía para «trolear» al PP. Que se han puesto en marcha distintas comisiones de investigación en el Congreso y en el Senado para que vayan desfilando los implicados en los distintos casos de supuesta corrupción, liderados por el señor Koldo García. No va a faltar tampoco el otro hombre del año, Luis Rubiales. Incluso han citado a Isabel Díaz Ayuso.

Lo que no refleja el último CIS de Tezanos es el hartazgo de la gente. Hace bien en no preguntar porque se le descuadraría la cocina de las encuestas. Tampoco han preguntado por el fichaje de David Broncano en TVE. Si Pedro Sánchez quiere 'La resistencia' en la televisión pública pues se hace y punto. Una factura de veintiocho millones de euros en dos años. Nada, calderilla pública. Será porque el presidente se siente muy identificado con el nombre del programa.

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QOSHE - Volver a Cuelgamuros - Elena Salamanca
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12.04.2024

«Buenos días, mi reina. ¿Ha descansado bien? Y yo me alegro». Así saludaba Paco Rabal a diario a la plaza de toros de la Maestranza de Sevilla, desde el otro lado del río Guadalquivir, en la histórica serie 'Juncal' creada por el recientemente fallecido Jaime de Armiñán. Una obra maestra, la ficción más realista hecha del mundo del toro.

El creador se ha ido pero quedará para siempre su obra. Y cada uno elige cómo quiere ser recordado después de lo que se haya podido aportar en vida. Ya lo dijo Pedro Sánchez en un homenaje a Almudena Grandes, «una de las cosas por las que pasaré a la historia es por haber exhumado al dictador». Cada uno se reivindica como quiere.

Vivimos en una continua venta de «nuestro libro», las redes sociales nos llevan muchas veces a hacer el ridículo sin que nos importe nada. Todo por la suma de visualizaciones. Todo por el ego. Ninguna persona con dos dedos de frente encuentra satisfacción en la exposición permanente de parte de nuestras vidas pero se ha comprobado que es una buena........

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