Legislar en caliente no es lo más acertado. Lo dijo el ministro Marlaska cuando a Álex, de 9 años, lo asesinó un hombre en Lardero (La Rioja) que había salido de prisión con diversos permisos penitenciarios, al alcanzar el tercer grado. Legales, pero claramente erráticos. El ministro pedía un debate sosegado y tranquilo a quieren reivindicaban leyes más duras que evitasen errores que provocasen estas situaciones fatales.

Criticaba también Jaume Asens, de Podemos, que hubiera prisa para registrar por la vía de urgencia una tramitación parlamentaria que frenase el escándalo que la Ley del 'Solo sí es sí' estaba provocando con las rebajas de condenas y las excarcelaciones a los agresores sexuales. Ahí decía que «legislar en caliente a golpe de titulares y con prisas suele ser una mala idea».

Pablo Iglesias también tuvo el valor de decirle al padre de la joven Diana Quer, tras la aparición del cadáver de su hija, asesinada por el 'Chicle', que no se debía legislar en caliente para evitar sentimientos de venganza. Todo, mientras se debatía el mantenimiento la pena de prisión permanente revisable en el Código Penal, con la que se querían evitar más muertes, evitar a los asesinos reincidentes.

Hasta Ione Belarra, la que fuera ministra de Unidas Podemos, al hablar de la posible regulación de la gestación postmortem después del caso de Ana Obregón y su nieta Anita que tuvo por gestación subrogada, también dijo que «no se podía legislar en caliente», pidiendo un debate «de manera sosegada» sobre una práctica que ellos consideran «violencia contra las mujeres».

Pero es que hace tan solo veinte días, la vicepresidenta Yolanda Díaz, le paraba los pies al presidente del Gobierno cuando insinuaba que hay que regular lo que él considera «pseudomedios». Díaz decía que es un tema muy complicado y que no se puede «abordar a la ligera». Sumar se ha mostrado prudente a la hora de legislar sobre los límites de la libertad de expresión.

La legislación en caliente se cuestionó también en 2015, cuando el terrorismo yihadista amenazaba a Europa y los países tenían la necesidad de reforzar sus leyes para proteger a sus ciudadanos. Pero también ahí, los expertos, dudaban si se estaba haciendo correctamente o si esas normas podrían incurrir en alguna inconstitucionalidad debió a la premura con la que se aprobaban.

El PSOE, un año antes, ya había dicho también la manida frase de «no legislar en caliente» al referirse al caso de un supuesto pederasta que andaba suelto por un barrio de Madrid después de haber cumplido su pena por violar a una menor. Los socialistas argumentaban que había que «meditar» y «dejar reposar» cuando se pedía que este tipo de delincuentes tengan mayor vigilancia o penas más altas que los mantenga el máximo tiempo posible encerrados.

Pues ahora, en pleno conflicto armado, en medio de la propia guerra, el gobierno de España, de manera unilateral, sin consenso diplomático, toma una decisión histórica. Ha decidido que van a reconocer el Estado de Palestina. Esto no es legislar en caliente, es legislar hirviendo. Y además aseguran que se hacen eco del sentir mayoritario del pueblo español, como si hubieran preguntado a alguien, como si tuvieran los datos de alguna encuesta aunque fuera del CIS.

Y la vicepresidenta Yolanda Díaz ha ido todavía más allá. Ha utilizado una frase que ha provocado muchas críticas: «Palestina será libre desde el río hasta el mar». Es un eslogan político propalestino, usado habitualmente por los terroristas de Hamás, que supondría eliminar al pueblo judío al alcanzar la soberanía palestina desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo.

En Reino Unido, Alemania y Austria lo consideran un mensaje de odio. Y aquí en España, lo corea nuestra vicepresidenta del gobierno libremente, con las banderas de España y de la Unión Europea adornando su discurso institucional. Aunque la embajadora de Israel ya ha avisado que está incitando al odio y a la violencia. Por rédito electoral o simplemente por ignorancia, no importa si el tema está caliente o frío, lo importante es lanzar el anuncio y legislar cuanto antes. Que Pedro Sánchez no pierda la oportunidad de anotarse el tanto. Aunque las fronteras, fundamentales, de ese estado se desconozcan y también cuáles serán los derechos de sus habitantes.

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QOSHE - Legislar en caliente - Elena Salamanca
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Legislar en caliente

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24.05.2024

Legislar en caliente no es lo más acertado. Lo dijo el ministro Marlaska cuando a Álex, de 9 años, lo asesinó un hombre en Lardero (La Rioja) que había salido de prisión con diversos permisos penitenciarios, al alcanzar el tercer grado. Legales, pero claramente erráticos. El ministro pedía un debate sosegado y tranquilo a quieren reivindicaban leyes más duras que evitasen errores que provocasen estas situaciones fatales.

Criticaba también Jaume Asens, de Podemos, que hubiera prisa para registrar por la vía de urgencia una tramitación parlamentaria que frenase el escándalo que la Ley del 'Solo sí es sí' estaba provocando con las rebajas de condenas y las excarcelaciones a los agresores sexuales. Ahí decía que «legislar en caliente a golpe de titulares y con prisas suele ser una mala idea».

Pablo Iglesias también tuvo el valor de decirle al padre de la joven Diana Quer, tras la aparición del cadáver de su hija, asesinada por el 'Chicle', que no se debía legislar en caliente para evitar sentimientos de venganza. Todo, mientras se debatía el mantenimiento la pena........

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