01/01/2024 | 17:50

El nuevo ministro de economía se presentó a prometer su cargo en Palacio vestido con zapatillas informales de color marrón, pantalones negros y chaqueta azul marino. En comunicación, esto significa varias cosas.

Algunos atuendos buscan transmitir una determinada identidad. En política, Narendra Modi siempre viaja por ahí con su chaqueta Modi, y Pedro Castillo no se quitaba su sombrero ni para ducharse. Los mandatarios árabes acuden a las cumbres de la OPEC con su thaub, los Castro iban de militares y los presidentes de Venezuela van de chándal nacional. En el entorno corporativo, si trabajas en algo relacionado con IT, ir de hacker con gorrito beanie te da muchos puntos de identidad, y la corbata da el toque de que uno se puede fiar de esa persona y por eso la llevan los banqueros cuando van a ver al cliente.

Aparte del aspecto identitario, que no aplica en este caso porque el ministro Cuerpo es español y en España no hay atuendos típicos mas que cuando se baila la jota o la sardana, hay otras tres posibles razones para romper el protocolo y ponerte lo que te dé la gana en un evento como la promesa del cargo ante el Rey, en el Palacio de la Zarzuela con todos sus tapices, alfombras, oro, caoba y bordados.

La primera, que quiera despreciar lo que representa esa ceremonia. En este caso, la intención sea posiblemente faltar al respeto a la institución de la monarquía. Además de faltar al respeto al Rey, está también menospreciando a los españoles porque afecta a la imagen de España. Un país donde el ministro de economía va en zapatillas a prometer su cargo no se aleja mucho de la imagen cutre del país en el que el presidente aparece en chándal en televisión.

La segunda razón para aparecer en zapatillas de ir a comprar el pan es que crea que el cargo es suyo y que, por lo tanto, se puede vestir como mejor le parezca. Es posible que el ministro piense que no es un servidor público, sino que le han hecho ministro porque se lo merece. Incluso así, la responsabilidad del cargo conlleva guardar las formas.

Y la tercera razón para vestirse con zapatillas de gamuza marrón es que igual no sabe mucho de protocolo y que, en consecuencia, decida su atuendo basándose en lo que se ve por ahí en revistas de moda y en las fotos de futbolistas recogiendo premios. Los estándares de vestir cambian, de otro modo seguiríamos llevando calzas y capas hoy, así que alguien tiene que llevar la iniciativa y establecer qué es ostentoso, hortera o cantoso. Pero en una ceremonia como esta, manda el respeto y no lo que le parezca a cada uno. Igual que no se va a una boda en vaqueros, porque el novio lleva chaqué, no se va a la Zarzuela en zapatillas, porque el Rey viste de traje clásico.

Quizás no encontró sus zapatos de vestir ese día, o salió con prisas de casa. Por lo menos, se puso una corbata.

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