Este no es tiempo de princesas, pero Leonor sí es hija de su tiempo político. Su jura de la Constitución coincide con un gobierno en funciones con un presidente a punto de cerrar la investidura gracias a un pacto a izquierda y derecha con independentistas y nacionalistas. En el Congreso se ausentan cinco partidos, PNV incluido, más de 30 escaños vacíos que no se notarán en el hemiciclo pero sí en la futura efeméride. Y horas antes, en la previa a la caminata de Leonor hacia el Congreso, el PSOE ha enviado a su número 3 Santos Cerdán a Bruselas para reunirse con Carles Puigdemont, imagen de las urnas del 1-O incluida en la escenografía.

Si alguien pensaba que el PSOE no haría ruido con la amnistía hasta pasada la jura, ha ocurrido lo contrario. También se ha utilizado este paréntesis para acelerar los pactos. Leonor jura la Constitución casi al mismo tiempo que se produce un acelerón en la investidura de la amnistía. Esta es la foto fija, este es su momento histórico. La nueva legislatura se escribe con todas estas variables y la estabilidad nacional pasa, paradójicamente, por un engranaje a seis bandas con capacidad para contentar las necesidades de cada uno. Teoría de juegos pura, mucho acuerdo y una alternativa (PP/Vox) que funciona de imán para una mayoría.

El calendario se ha precipitado desde la celebración del comité federal del PSOE y, salvo frenazo de ERC en las negociaciones sobre financiación, déficit y Rodalies, las señales apuntan a que el PSOE y Junts cerrarán el acuerdo con margen de sobra. La imagen de Santos Cerdá con Puigdemont, precedido por el discurso de Sánchez defendiendo de frente la amnistía, es la confirmación del está “casi hecho”. Una foto final que descarta la repetición electoral que implicaría el cambio de narrativa.

El acelerón hacia la XV investidura es inminente y quedan las tensiones del por qué, cómo y para qué una ley de amnistía

En el viaje a Bruselas no está Pedro Sánchez —como jaleaba el PP—, pero sí su secretario de organización —no es poco—; y no habrá relator, pero manejan la idea de un equipo de verificación del pacto con representantes de ambas partes. En cuanto al texto de la amnistía, está muy avanzado. El marco general, está acordado. Con esto, la propia ley elimina los incentivos de una repetición. Todavía hay flecos pendientes, discrepancias en la casuística: a quién incluye, fechas, casuística concreta, exposición de los hechos. Un texto que debe ajustarse lo máximo posible a los supuestos reales y acote la futura interpretación de los jueces, dando por hecho que el juez Pablo Llarena presentará una cuestión de inconstitucionalidad que deberá resolver el Constitucional.

La amnistía, incluso para el PSOE, no es un fin, porque pasa por asegurar la viabilidad de la legislatura y garantizar la normalización de la vida política de los partidos catalanes con el Estado. A gran parte de la militancia del PSOE ni le gusta, ni está a favor. Pero la prefieren si garantiza un gobierno frente a una derecha con Vox que sería hegemónica a nivel local, autonómico y nacional. Conclusión: será refrendada en la consulta a la militancia. El problema de fondo que Sánchez arrastrará a la investidura es de relato. Frente a la reconciliación, el inmovilismo gestual de Puigdemont. ERC escenificó una especie de perdón traducido en la carta de Oriol Junqueras y la asunción del espionaje Pegasus sin romper el gobierno. En Ferraz no confían en los gestos de paz de Junts y se descarta un rechazo expreso a la unilateralidad. Con estos mimbres, tendrán que esforzarse en el silogismo que indica que si hay acuerdo, no hay vía unilateral; si se acepta la ley de amnistía, se asume también la gobernabilidad nacional vía las Cortes y pactos con el Ejecutivo.

El acelerón hacia la XV investidura es inminente y quedan las tensiones del por qué, cómo y para qué una ley de amnistía. Los símbolos, las palabras que den algo de coherencia a unos y otros. Una parte del procés se incendió con los mismos mimbres: gestos, símbolos, simulacros. La escenificación de cara a la investidura cambiará la pantalla de una escenografía desgastada. La derecha y una parte de la opinión pública llamará traidor a Sánchez, será más difícil que entre todos los socios se llamen lo mismo.

QOSHE - Acelerón de investidura con princesa de fondo - Pilar Velasco
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Acelerón de investidura con princesa de fondo

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01.11.2023

Este no es tiempo de princesas, pero Leonor sí es hija de su tiempo político. Su jura de la Constitución coincide con un gobierno en funciones con un presidente a punto de cerrar la investidura gracias a un pacto a izquierda y derecha con independentistas y nacionalistas. En el Congreso se ausentan cinco partidos, PNV incluido, más de 30 escaños vacíos que no se notarán en el hemiciclo pero sí en la futura efeméride. Y horas antes, en la previa a la caminata de Leonor hacia el Congreso, el PSOE ha enviado a su número 3 Santos Cerdán a Bruselas para reunirse con Carles Puigdemont, imagen de las urnas del 1-O incluida en la escenografía.

Si alguien pensaba que el PSOE no haría ruido con la amnistía hasta pasada la jura, ha ocurrido lo contrario. También se ha utilizado este paréntesis para acelerar los pactos. Leonor jura la Constitución casi al mismo tiempo que se produce un acelerón en la investidura de la amnistía. Esta es la foto fija, este es su momento histórico. La nueva legislatura se escribe con todas estas variables y la estabilidad nacional........

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