"¿Qué sé yo?"
Montaigne

Robusto, ayer todo fue robusto. Estamos hartos de saber que los relatos se construyen, se distribuyen, se pactan y se difunden. Solo que a veces es tan evidente que sonroja. Ya ven, robusto, una palabra que no sé cuánto hacía que no escribía y ustedes que no escuchaban, y ayer fue la definición del proyecto de ley de amnistía derribado por Junts que hicieron desde Junqueras hasta Bolaños, pasando por Santos Cerdán y todo aquel al que le acercaban un micrófono. Robusta, la ley era robusta tal y como estaba y, al decir del PSOE, les resulta incomprensible que hayan sido precisamente los votos de Junts, con quien la pactaron inicialmente, los que la hayan mandado de nuevo a chiqueros.

El texto que decayó ayer sería robusto —tanto lo dicen...— pero, desde luego, dejaba a los pies de los caballos a Puigdemont, Alay, Rovira y hasta 70 personas más implicadas en el procedimiento de Tsunami Democràtic y todos los que se puedan sumar, con nuevas imputaciones a la organización terrorista y la alta traición. El PSOE parecía convencido de que los de Puigdemont tenían que apoyar dejar a su líder en la estacada porque, según iban diciendo por aquí y por allá, partían de la idea de que Junts no podía votar no. Toma. Siete noes como siete casas. Un guantazo robusto, el primero que recibe Sánchez y que le recuerda lo inestable de su posición. La vez anterior se salvó por la campana, pero esta no ha funcionado como esperaba. Porque fue él el que decidió plantarse y no aceptar ninguna de las transaccionales que se plantearon a sus negociadores durante el fin de semana. Tuvo que ser él. Él que estaba convencido de los juntaires que no osarían votar no.

Con el no en el bolsillo se ha ido, e inmediatamente sus huestes negociadoras, Bolaños y Santos Cerdán, han manifestado que el PSOE no se va a mover de su postura. Tienen un mes por delante y la realidad es que o se mueve Sánchez o se mueve Puigdemont; si ninguno de los dos lo hace, la legislatura puede darse por descarrilada. ¿Quién puede permitirse moverse después de lo de hoy? La ventaja del de Waterloo es que no le va una higa ni en las elecciones gallegas —que se le complican al PSOE después de haber votado sí a una amnistía que solo ha apoyado en virtud de la necesidad—— ni en la gobernabilidad de España y, por tanto, no se sabe cómo va a convencerle el PSOE de que se ahorque él mismo y vote un texto que, en su estado actual, sin lugar a dudas, le dejaría a él en la estacada. Tal vez hasta con una OEDE por terrorismo, y no solo a él. De lo que suceda estos días entre Junts y el PSOE depende que Sánchez pueda seguir gobernando o no. No hay otra forma de explicarlo.

O se mueve Sánchez o se mueve Puigdemont; si ninguno de los dos lo hace, la legislatura puede darse por descarrilada

El relato socialista magullado se ha puesto en marcha. En Madrid resuena en todos los corrillos esa idea de que había que poner pies en pared, que los socialistas tenían que ponerse firmes, porque las exigencias continuas de Junts son desleales y caprichosas. Esa es la versión monclovita. En el grupo parlamentario, sin embargo, había muchos que se preguntaban a qué viene no querer enmendar el texto cuando tendrán que hacerlo dentro de un mes si no quieren que la legislatura se vaya al cuerno. Los medios madrileños dan por sentado que hay un terrorismo que se quiere ir de rositas y que pedir que te amnistíen la alta traición es querer llegar muy lejos. La realidad paralela se ha instalado de nuevo. Apenas hay voces denunciando que los manejos de dos jueces, que se jalean en titulares como tales, son indignos de cualquier estado de derecho. La trama rusa ha resucitado y cuesta explicar lo anómalo que es que durante siete años a Aguirre se le pasara un delito tan discreto como la alta traición, pero que ahora, repasando, lo haya descubierto.

Luego está la postura de ERC, que estaba tan convencida de que la ley salía, que Junqueras ha llegado en el AVE al Congreso para vivir el momento. Han defendido el texto existente porque es robusto, como no. Algunos contraponen su generosidad con la supuesta mezquindad de Junts, que solo piensa en Puigdemont. Lo cierto es que ERC también tiene sus intereses. Por ejemplo, con quién compiten en unas próximas elecciones catalanas o que en el mes de abril está señalado el juicio en el que le piden siete años de cárcel a Salvadó, Jové y Garriga, que siempre han pretendido que no se llegue ni a celebrar, en aplicación de la amnistía. Con el retraso de ahora, a ver si llegan. A cada uno interpretar los datos, pero lo cierto es que además de la técnica de la propuesta de ley, cada partido catalán tiene sus propias vainas.

Si les tuviera que resumir el sainete del Congreso lo haría muy brevemente explicándoles que Sánchez pactó lo que no podía o no quería dar, es decir, aquello que el aparato del Estado no está dispuesto a aceptar. El Estado, como decirlo, tiene vida propia. Su estructura y mecánica está más allá del control de cualquier gobierno y del propio parlamento. Es un poder inatacable, pero difuso, y dentro de esa dinámica se encuentra la que los jueces pueden ejercer a favor de la llamada razón de Estado. Sánchez, un presidente débil, no puede mover esos resortes, que, además, trabajan activamente para hacerle la vida difícil y la legislatura incierta, cada uno dentro de las áreas de competencia que desempeñan. Junts quiere asegurarse una amnistía que abarque a todo el mundo y que sea rápida y efectiva inmediatamente, es decir, que no sea un engaño. Sánchez no ha podido asegurarle tal cosa. De ahí el juego de cambios y enmiendas cuando algunos jueces han empezado a las claras la resistencia. Puigdemont no puede irse de rositas. Ese parece el leitmotiv. Para intentar soslayarlos probablemente solo hay dos caminos: o intentar bloquear legalmente a los jueces, lo que es muy difícil porque sus superiores les apoyarán en los recursos o eventuales querellas, o cambiar las normas para que no tengan elementos con los que seguir saboteando lo que el parlamento quiere aprobar.

Así que o el PSOE se mueve o Junts se mueve. O Sánchez accede conceder dentro de un mes lo que se ha negado a dar ahora —convirtiendo lo sucedido en un bochorno más— o se conforma Puigdemont a votar un texto que permitirá que se convierta con toda seguridad en un requisitoriado por terrorismo y alta traición. O ninguno se mueve y la legislatura ha muerto. No hay más.

QOSHE - Un guantazo robusto - Elisa Beni
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Un guantazo robusto

5 12
31.01.2024

"¿Qué sé yo?"
Montaigne

Robusto, ayer todo fue robusto. Estamos hartos de saber que los relatos se construyen, se distribuyen, se pactan y se difunden. Solo que a veces es tan evidente que sonroja. Ya ven, robusto, una palabra que no sé cuánto hacía que no escribía y ustedes que no escuchaban, y ayer fue la definición del proyecto de ley de amnistía derribado por Junts que hicieron desde Junqueras hasta Bolaños, pasando por Santos Cerdán y todo aquel al que le acercaban un micrófono. Robusta, la ley era robusta tal y como estaba y, al decir del PSOE, les resulta incomprensible que hayan sido precisamente los votos de Junts, con quien la pactaron inicialmente, los que la hayan mandado de nuevo a chiqueros.

El texto que decayó ayer sería robusto —tanto lo dicen...— pero, desde luego, dejaba a los pies de los caballos a Puigdemont, Alay, Rovira y hasta 70 personas más implicadas en el procedimiento de Tsunami Democràtic y todos los que se puedan sumar, con nuevas imputaciones a la organización terrorista y la alta traición. El PSOE parecía convencido de que los de Puigdemont tenían que apoyar dejar a su líder en la estacada porque, según iban diciendo por aquí y por allá, partían de la idea de que Junts no podía votar no. Toma. Siete noes como siete casas. Un guantazo robusto, el primero que recibe Sánchez y que le recuerda lo inestable de su posición. La vez anterior se salvó por la campana, pero esta no ha funcionado como esperaba. Porque fue él el que decidió plantarse y no aceptar ninguna de las transaccionales que se plantearon a sus negociadores durante el fin de........

© ElNacional.cat


Get it on Google Play