Nos comentan que es una realidad que ningún proyecto de infraestructura del presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido lo que se esperaba en cuanto a fechas de conclusión, presupuesto y resultados. El AIFA, inaugurado hace un año y medio, no ha dado ni de cerca los resultados esperados, pese a los candados al AICM. En tanto, el Tren Maya está lejos de operar a toda capacidad y no va a costar 120 mil millones de pesos, sino cuatro o hasta cinco veces más. La refinería de Dos Bocas costará el doble, al menos. Además, aunque ya hay asignaciones de parques industriales para el Corredor Interoceánico, esa inversión se cristalizará hasta 2027. La parte positiva, nos cuentan, es que sí se van a desarrollar trenes, pero quedará para la siguiente administración retomar el desarrollo carretero y su mantenimiento.

Nos dicen que llamó la atención que la Secretaría de Hacienda, de Rogelio Ramírez de la O, diera a conocer de manera tan anticipada el Plan Nacional de Financiamiento, conocido como PAF, correspondiente a 2024. Nos recuerdan que este documento, a cargo de la Unidad de Crédito Público, que tiene como titular a María del Carmen Bonilla, es en el que se plantea el programa del manejo de la deuda pública, por lo general se publica casi a finales de cada año. Nos cuentan que aunque lo difundieron en viernes de quincena por la tarde, en plena temporada de posadas, no pasó desapercibido el monto que presentan de necesidades de financiamiento para cubrir el déficit y los pagos de deuda, que subieron de 3.1 billones en 2023, a 4.2 billones de pesos, que se levantarán principalmente del mercado de deuda local.

Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), de Fernando Chico Pardo, presentó su Plan Maestro de Desarrollo (PMD) para 2024-2028, con inversiones por 28 mil 496 millones de pesos, contra 12 mil millones del plan previo. El incremento es sustancial y la mayor parte de esos recursos irá a los aeropuertos de Cancún, Oaxaca y Mérida. Nos dicen que las inversiones en Cancún contemplan la reapertura y expansión de la Terminal 1 y 4, así como cuatro nuevas puertas de embarque. Cuando finalicen las obras, la T4 podrá recibir 25 millones de pasajeros. En el último año, el aeropuerto de Cancún recibió a 32 millones de pasajeros. Además, como parte de la negociación con el gobierno, Asur aumentó las tarifas máximas en los aeropuertos de Cancún, Oaxaca y Huatulco, pero las bajó en Cozumel, Tapachula y Veracruz.