En mis clases y conferencias uno de los temas donde siempre hago mucho hincapié es en la necesidad de incentivar la acción colaborativa como principio activo para promover sostenibilidad. Y es que en un mundo que está cada vez más fracturado e inestable, -en parte causado por las crisis que experimentamos diariamente-, nos toca empezar a trabajar colaborativamente y dejar los sesgos a un lado.

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Hace unos años conocí el término “multilateralismo” frente al papel de la Agenda 2030 en el marco de un proceso que apoyaba para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y su sinergia con la acción climática. Allí tuve un momento de introspección: si desde los mismos organismos multilaterales se promovía la acción conjunta de esfuerzos como clave para hacer frente a la crisis existente, esto no era puro cuento entonces.

Desde allí, empecé a ver con más fuerza como desde los acuerdos globales y las agendas internacionales a favor de sostenibilidad se hacía mención a esto. Posterior a la pandemia, se hizo mucho más notorio. Ya no podíamos promover esfuerzos aislados, teníamos que ser conscientes del desafío que vivíamos y una de las “fórmulas mágicas” para lograr esto, era la acción colectiva.

Hoy me complace ver cómo desde la Séptima Reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, realizado en Chile la semana pasada, se hace fuerza al multilateralismo para promover el cumplimiento de la agenda de sostenibilidad a través de soluciones sostenibles, resilientes e innovadoras, en todas las dimensiones del desarrollo.

Aunado a esto, quiero compartir un mensaje clave: para que el multilateralismo sea exitoso frente a la sostenibilidad, este debe trascender las fronteras (geográficas, administrativas, políticas e ideológicas). Los países deben trabajar juntos para permitir oportunidades innovadoras en múltiples frentes y esto es algo que, cada vez con más fuerza, nos demuestran las Conferencias de las Partes (también conocidas como COP).

Así mismo, desde un contexto más local, el multilateralismo promoverá en gran medida, transiciones hacia la sostenibilidad. Pero, estas deberán estar acompañadas por modelos de gobernanza y gobernabilidad adaptativos y resilientes, co-construidos con todos los involucrados para fomentar inversión estratégica a largo plazo.

Por eso, y como nunca me cansaré de repetirlo: ¡necesitamos promover alianzas público-privadas! Salir de la policrisis en la que nos encontramos (incluida aquella de valores), no la podemos hacer solos. Necesitamos tomar decisiones conscientes e inteligentes. No podemos darnos el lujo de ir hacia atrás.

Finalmente, al hablar de multilateralismo, nos referimos también a la cooperación; la solidaridad, la autoconciencia, la creatividad y la sensibilidad para permitir el diseño de futuros posibles para todos.